Cubanos cruzan selva del Darién para llegar a Panamá

Cientos de personas están cruzando la peligrosa selva de Darién luego de que Panamá reabriera sus fronteras, tras permanecer cerradas a causa de la pandemia.
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Panamá está permitiendo que cientos de migrantes que se encontraban varados en el país desde el año pasado debido a la pandemia se trasladen a la frontera con Costa Rica, luego de reabrir recientemente sus fronteras terrestres.

Al mismo tiempo, el país centroamericano está recibiendo a nuevos grupos en medio de una nueva ola alentada, en parte, por la llegada de un nuevo presidente en Estados Unidos.

De manera callada, los migrantes han logrado desplazarse en autobuses desde un campamento en San Vicente, en la provincia de Darién y fronteriza con Colombia, hasta otro puesto de recepción de migrantes en Chiriquí, limítrofe con Costa Rica.

El Servicio Nacional de Migración dijo que desde el 29 de enero unos 551 migrantes han logrado salir del Darién y avanzar hasta la frontera con Costa Rica, trayecto que quedó suspendido después de que el país reportó los primeros casos de coronavirus en marzo y cerró sus fronteras para contener la pandemia.

Hasta el martes había 375 migrantes en carpas y unidades de vivienda con agua potable y juegos para niños, que se instalaron con ayuda de la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Alrededor de 1000 personas permanecían en Darién, 276 de las cuales arribaron la noche del lunes a la comunidad indígena de Bajo Chiquito, la primera con la que tienen contacto después de cruzar a pie por varios días una selva en donde operan bandas de asaltantes, violadores y traficantes humanos y de drogas, según denuncias de los migrantes y reportes de las autoridades.

Se espera que unos 800 migrantes más provenientes de Colombia crucen el Darién en los próximos días, según el Servicio Nacional de Fronteras de Panamá. Entre ellos figuran haitianos, cubanos, africanos y asiáticos.

Paul Saenz, un electricista de 27 años, decidió salir a mediados de diciembre de su empobrecida nación con destino a Ecuador. Desde ahí, tomó un autobús rumbo a la frontera de Colombia con Panamá. Se sumó a otros migrantes haitianos y logró cruzar la selva bastante rápido, en tres días.

Saenz indicó a la AP que había escuchado sobre el triunfo del demócrata Joe Biden en las elecciones estadounidenses y sobre su intención de impulsar una nueva reforma migratoria. Biden asumió el cargo el 20 de enero, sustituyendo al republicano Donald Trump, cuyo estandarte fue una política restrictiva contra los migrantes.

“Tal vez sí”, dijo Saenz cuando se le preguntó si creía que las cosas mejorarían para los migrantes tras el arribo de Biden. “Tengo la esperanza que nos vaya bien. Este presidente es mejor que el otro que era un poquito más duro”.

“Quiero ayudar a mi familia que se quedó en Haití”, agregó.

Para Idiam Osorio, especialista técnica de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), una de las razones que estaría empujando a los migrantes en ese flujo está relacionada con el cambio de gobierno en Estados Unidos.

“En comunicación con otros colegas, hemos identificado nuevos factores que están impulsando esta migración”, dijo. “No descartamos que este tema (la llegada al poder de Biden) esté también vinculado a la motivación creciente entre migrantes que han empezado a transitar, pero las razones son diversas, incluida la económica”.

 

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