El cubano identificado en Facebook como Christopher Neeson acudió a la ironía y el sarcasmo ante las dificultades de la vida diaria en Cuba y ofreció cambiar su título de oro de la Universidad de Ciencias Médicas de Holguín por “algún paquetico de leche o paquete de galletas” que le sirva para dar de merendar a su niña.
En un post publicado el viernes en Facebook, que hasta el momento reúne cerca de 2.000 reacciones y más de medio millar de comentarios, Neeson contó que, sin otras opciones para resolver la merienda de la pequeña de la casa, el jueves colocó el título universitario encima de la mesa a ver si, mirándolo, se resolvía algo.
“Pero no dio resultado. Y eso que le pusimos ‘corazón’, pero todo fue inútil debido al apagón que no nos dejó ponerle ‘ojo’ por la oscuridad en este caso. ¡Oiga, qué lío con la corriente esta!”, escribió, aludiendo a consignas gubernamentales que suenan vacías para los cubanos que deben afrontar el día a día con numerosas vicisitudes como la escasez de alimentos y las interrupciones por horas del servicio eléctrico.
“Salgo de la casa sin corriente, llego al trabajo sin corriente, me levanto sin corriente, regreso a la casa y sin corriente. Y sé de muchos que están durmiendo sin corriente. Y lo triste del caso es que, al otro día, hayan dormido o no, tienen a un jefe locos por pasarle raya roja a sus tarjetas si llegan tarde o si no llegan, porque el tema del transporte sin petróleo es otro tema serio también”, agregó el cubano.
Neeson consideró que lo que es más triste de la realidad cubana “es ver a uno de esos que se sientan con la barriga llena en frente de una cámara de televisión animando al pueblo a resistir cuando ni él, ni sus hijos, ni los hijos de sus hijos han tenido que resistir nunca nada”.
“O cuando piden valor y fuerzas para aguantar y en la vida ni él ni su familia han tenido que aguantar nada. O peor aún, cuando denuncian y culpan de todo esto a un Bloqueo (ojo)-(que puede ser real), pero un bloqueo que no los afecta, no los afectó, ni los afectará jamás a ellos”.
Sobre su propuesta de hacer trueque con el título de oro, el cubano conminó a los interesados a escribirles al privado, si es que los hubiera.
Ante la escasez de alimentos, medicamentos y otros artículos de primera necesidad, acompañada de una galopante inflación, muchos en la isla acuden al trueque para satisfacer algunas de sus necesidades.
La propuesta de Neeson de intercambiar un título universitario por comida, a modo de ironía y humor con las dificultades de la realidad cubana, ilustra cómo ni los profesionales con mejor trayectoria académica en Cuba pueden escapar mediante su talento de una vida plagada de carencias en la isla.
“Es triste la situación de todos los cubanos y las madres con hijos y la alimentación, pero aún más para las madres profesionales que nos quemamos las pestañas por una profesión y no tengamos algo digno para poner en la mesa a nuestros hijos, yo también cambió el mío (el título) por leche”, escribió a modo de comentario en el post la cubana identificada como Yaneris García.
Roilan Estévez agregó, por su parte, que él también sometía su título a un trueque por “una mochila, un par de zapatos y una muda de ropa” para su niño, además de “algo de plato fuerte”, aunque, agregó, sabía que está “pidiendo demasiado por algo que a la verdad no lo vale”, al menos en Cuba.