El Reglamento Disciplinario de las universidades cubanas viola la libertad académica y atenta contra el carácter autónomo de la educación y el derecho al libre pensamiento porque prevé sanciones para aquellos que muestren inconformidad con la ideología socialista.
Así lo analiza el informe No. 6 del Observatorio de Libertad Académica (OLA) publicado en el sitio digital Academia.edu.
La Resolución 240 del 2007, mediante la cual se aprobó el Reglamento Disciplinario, puesto en vigor a partir del 3 de enero del 2008, contiene las reglas de conducta en los espacios propios de las instituciones educativas de nivel superior y el procedimiento a seguir con los estudiantes que cometan faltas disciplinarias. Entre las “muy graves” está “mantener una actitud o cometer un acto manifiestamente contrario” al proceso revolucionario, apunta el dossier, citando la instrucción del Ministerio de Educación Superior (MES) de Cuba.
Asimismo, se estudian dos discursos pronunciados por Fidel Castro Ruz, el 23 de enero y el 27 de marzo de 1961, que amenazan la independencia académica y otros derechos relacionados.
Como en cada uno de los informes del OLA, se publican las historias de cuatro educadores y alumnos universitarios que han sido víctimas de las violaciones a la libertad de cátedra.
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Según aclaran, se trata de un trabajo gradual y sistemático que mensualmente documenta cuatro casos (dos históricos y dos posteriores a 2010) de profesores y/o estudiantes víctimas de este tipo de discriminación e incluye el análisis de un discurso y una regulación que atentan contra derechos relacionados con la libertad académica.
En esta ocasión, se registran los casos de María Caridad (Karina) Gálvez Chew, profesora del Instituto Superior Pedagógico de Pinar del Río, obligada en 2012 a dejar la docencia; Néstor Pérez González, expulsado en 2008 de sus estudios de Derecho en la Universidad de Pinar del Río; Anamely Ramos González, depuesta de su plaza como docente del Instituto Superior de Arte (ISA) en 2019; y Omar Everleny Pérez Villanueva, destituido en 2013 de su cargo de director de Centro de Estudios de la Economía Cubana (CEEC) de la Universidad de La Habana y en 2016, separado definitivamente de la entidad.
El objetivo de estas investigaciones del Observatorio “es demostrar que ha existido una persecución política e ideológica en la Educación Superior cubana, que ha conducido a la expulsión de profesores y estudiantes a lo largo de estos sesenta y dos años de revolución”, resaltó Sergio Ángel, director del Programa Cuba de la Universidad Sergio Arboleda, con sede en Colombia.
Por su parte, el Ministerio de Educación Superior ha mantenido y reafirmado su Estrategia para desarrollar la labor educativa y político-ideológica en estudiantes y profesores “comprometidos con la Revolución”.
(Con información de Radio Televisión Martí)