Ramiro Valdés Menéndez, viceprimer ministro de Cuba y uno de los más viejos líderes del régimen comunista, pidió este jueves 16 de junio más ahorro de electricidad en los hogares y sacrificio a los ciudadanos, en medio de una aguda crisis que ha provocado protestas por los apagones de más de 10 horas.
“Estamos evaluando, eso se ha evaluado, de manera tal de que vivamos, desde el punto de vista de la energía, como es desde el punto de vista de presupuesto y de salario que nosotros tenemos en la vivienda. Si nosotros tenemos estas limitaciones [con los apagones], no podemos vivir con la energía eléctrica más allá de esas posibilidades”, dijo en la televisión estatal Ramiro Valdés, quien ostenta el título de Comandante de la Revolución.
En una comparecencia junto al mandatario Miguel Díaz-Canel, el veterano militar agregó que el ahorro “es lo que tenemos que organizar a través de las organizaciones de masas, partiendo de que nuestro pueblo es eminentemente revolucionario, sacrificado en las tareas de la revolución, tanto internas como externas”.
“No quería dejar pasar… de que terminara esta actividad, sin hablar de la demanda. ¡Hay que ajustar la demanda a la oferta!”, concluyó.
Ramiro Valdés, de 90 años, repite en cada comparecencia pública o reunión con funcionarios que los cubanos deben ahorrar más, como única alternativa a la crisis energética. Así lo hizo, por ejemplo, en agosto de 2020 y en octubre de 2021. A pesar de la insistencia del dirigente comunista y otros empoderados del régimen en que ellos son “parte del pueblo”, lo cierto es que sus familias no están sometidas a las carencias de la mayoría de los cubanos.
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ADN Cuba reveló que Beatriz Alonso Becerra, cuñada de Ramiro Valdés, es la directora de la empresa Citmatel, vinculada a una tienda online a través de la cual la dictadura vende a sobreprecio y en divisas extranjeras productos y artículos no disponibles en la red de comercio minorista, la única a la que puede acceder con sus salarios la mayoría de los cubanos.
Empresa del régimen pide más ahorro a los cubanos
La Empresa Eléctrica de Guantánamo pidió esta semana a las familias de esa provincia del oriente de Cuba, que ahorren energía. Según la entidad estatal, “en la tensa situación que vive el país con el déficit de energía, además de los tiempos programados, ocurren otras afectaciones por averías al servicio eléctrico, debido a que cuando se restablecen los servicios se incrementa el nivel de la carga por efecto del factor de coincidencia de las cargas en nuestros hogares al usar todos los equipos al mismo tiempo”.
En un comunicado de redes sociales, la empresa agregó que “se produce un incremento sustancial de la demanda de electricidad por lo que se le solicita a la población el uso racional y necesario de la energía”.
Los cubanos, cansados de justificaciones para la recurrente crisis energética, comienzan a alzar sus voces con fuerza. El martes decenas de estudiantes de la Universidad de Camagüey “Ignacio Agramonte” protagonizaron una fuerte protesta por los continuos cortes del suministro eléctrico y la escasez de agua en las residencias de la casa de altos estudios.
Con gritos de “¡pongan la corriente, pin***a!”, tras más de diez horas sin fluido eléctrico —lo que afecta el bombeo de agua hacia la zona— los estudiantes optaron por salir de sus albergues a última hora de la tarde. Videos compartidos en redes sociales dan cuenta de la manifestación, que se hizo viral en redes sociales.
Otra manifestación habría ocurrido en la noche de este miércoles, en la ciudad de Manzanillo. “El cacerolazo comenzó hace cerca de media hora y ya les pusieron la electricidad. Acabo de hablar con la gente del barrio”, informó el periodista Mario J. Pentón.
El reportero de América TeVé, canal del sur de la Florida, publicó este jueves un video de otra manifestación, que le enviaron “jóvenes desde una escuela de formadores de maestros en Pinar del Río”.
“Ellos aseguran que también protestaron ayer, pero que fue rápidamente sofocada. La mecha que encendió Camagüey sigue viva”, agregó Pentón.
Los apagones en Cuba son cada vez más frecuentes, debido a la escasez de combustible de calidad y la antigüedad de las termoeléctricas que generan la energía en todo el país.
