Las autoridades sanitarias de Cuba reportaron este sábado la muerte de otras 57 personas en la isla como consecuencia de la COVID-19, la cifra más baja desde el pasado 21 de julio, cuando se informó del deceso de 53 personas.
El director nacional de Higiene y Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (Minsap), Francisco Durán, comentó en su conferencia matutina para informar sobre la propagación y enfrentamiento a la enfermedad viral que esta disminución en el número de fallecidos, en el caso de convertirse en tendencia, puede obedecer al impacto de la vacunación.
A nivel mundial, la vacunación no disminuye tanto la incidencia del coronavirus como sí las hospitalizaciones y las muertes, explicó el galeno, que además detalló que en las últimas 24 horas fueron diagnosticados 8517 nuevos casos.
Con los nuevos incrementos, el acumulado de casos de COVID-19 desde el inicio de la pandemia en Cuba, en marzo de 2020, asciende a 792 933, mientras que los decesos como consecuencia de la enfermedad suman 6733.
De acuerdo con las cifras del Minsap, puestas en entredicho en numerosas ocasiones sobre todo en lo que a muertes y casos activos se refiere, 93 739 personas permanecen ingresadas en Cuba con motivo de la enfermedad. De éstas, 39 079 son casos activos y confirmados, y 51 348 son personas sospechosas de un eventual contagio.
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Pinar del Río se mantiene como la provincia de peor situación epidemiológica, con 1639 nuevos positivos. En la jornada de viernes le siguieron Sancti Spíritus y Las Tunas, con 1131 y 864 nuevos casos, respectivamente.
El 21,5 por ciento de todos los diagnosticados el viernes, 1830 casos, son pacientes en edades pediátricas, es decir, con edades inferiores a los 18 años. De ellos, subrayó Durán, 105 son menores de un año, 46 son menores de seis meses y tres son recién nacidos.
En los servicios de cuidados intensivos permanecen ingresadas 465 personas, 145 en estado crítico y 320 reportadas como graves.