Más de cinco mil cubanos han muerto como consecuencia de la COVID-19 al registrarse este viernes el fallecimiento de otras 83 personas en la isla, en una jornada en la que los nuevos contagios, según las cifras oficiales, mantienen una tendencia a la baja y sumaron 6850.
El director nacional de Higiene y Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (Minsap), Francisco Durán, detalló este sábado en su habitual conferencia matutina para informar sobre la propagación de la pandemia de coronavirus que entre los fallecidos hubo nueve personas sin comorbilidades previas, mientras que el resto padecían algunas como hipertensión arterial, EPOC, diabetes y asma.
De acuerdo con los datos compartidos por Durán, puestos en entredicho en varias ocasiones, sobre todo en lo que a muertes se refiere, 101 730 personas permanecen ingresadas con motivo de la enfermedad viral. De éstas, 41 523 son casos confirmados y activos y 56 097 son sospechosas de un eventual contagio.
Con los nuevos incrementos, el acumulado de casos de coronavirus en Cuba desde el inicio de la pandemia asciende a 634 161, mientras que las muertes suman 5067.
De los nuevos positivos, 29 fueron casos importados, es decir, contagios materializados en el exterior de la isla, mientras que el resto fueron casos derivados de los 195 eventos de transmisión autóctona que permanecen activos.
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Pinar del Río fue el territorio de peor situación epidemiológica con 872 casos. Este viernes le sucedieron las provincias La Habana, Artemisa y Holguín, con 865, 711 y 596 positivos, respectivamente.
En los servicios de cuidados intensivos permanecen ingresadas 446 personas: 146 son reportadas en estado crítico y 300 como graves.
Los positivos en edades pediátricas, menos de 18 años, sumaron 1544. De ellos, precisó Durán, 56 no llegan a los seis meses de vida.
