La pandemia de COVID-19 se extiende en la Prisión Provincial de Guantánamo tras detectarse varias decenas de casos en ese plantel.
Según Cubanet, los prisioneros que se encuentran allí muestran preocupación, debido a que varios de los 38 posibles contactos de los contagiados pueden ser portadores del coronavirus.
Un empleado contactado por el medio aseguró que la preocupación es compartida por militares y personal civil del lugar, pues están en contacto directo con los reclusos.
Los contagiados y los contactos son parte del llamado “Plan Confianza”, unidad penitenciaria que recibe a los reclusos incluidos en un régimen de mínima severidad, que son los que tienen derecho a trabajar y a recibir pases (visitas) a sus domicilios cada 21 días por 72 horas, algo que, en estos momentos, no se cumple debido a la grave situación epidemiológica de la provincia.
Esto podría extender los contagios fuera de la prisión, entre la población civil, detalla el periodista Roberto de Jesús Quiñones. Pese a estar confirmada la existencia de la COVID-19 en la Prisión Provincial de Guantánamo y ahora en el “Plan Confianza”, las autoridades todavía mantienen silencio absoluto sobre los hechos, debido a las implicaciones sociales, jurídicas y políticas que provoca la situación.
A inicios de febrero el opositor José Daniel Ferrer denunció el brote de coronavirus en la cárcel, que en ese momento habría contagiado a más de 160 reclusos. Actualmente, el número de infectados podría superar los 200.
En medio del peor rebrote de la pandemia en la isla, las cárceles son centros vulnerables para quienes las habitan. Según la organización no gubernamental Cuban Prisoners Defenders en Cuba podría haber actualmente unos 90 000 presos.
Radio Televisión Martí reportó que son varias las causas que sitúan a las prisiones cubanas como posibles focos de contagio: pésimas condiciones higiénico-sanitarias, el faltante de medicamentos y las posibles violaciones del protocolo establecido por parte de militares y el personal de servicio, que entra y sale diariamente a las cárceles.
Hace ya varios meses que las visitas de familiares fueron suspendidas por las autoridades de Cárceles y Prisiones, y también hay restricciones de las llamadas telefónicas, pero el contagio sigue.
El pasado 21 de enero trascendió que la Prisión del Guatao o Prisión de Mujeres de Occidente en Cuba estaba en cuarentena desde hacía una semana por sospechas de COVID-19.
La información fue confirmada por un funcionario del centro penitenciario, donde conviven unas 400 presas, en medio de la pandemia de nuevo coronavirus.
"El contagio comenzó porque el esposo de la jefa del penal, teniente coronel Beatriz Bolado, dio positivo al COVID-19 y rápidamente la jefa y todos sus contactos fueron aislados como sospechosos. La prisión quedó cerrada a todas las visitas, tanto de familiares de internas, como de abogados o instructores penales", declaró la fuente de la cárcel a Diario de Cuba (DDC).
Otro funcionario de la prisión de mujeres confirmó a DDC que hasta el momento, todas las pruebas PCR han dado negativas, salvo la teniente Bolado, que sí estuvo enferma.
El país atraviesa el peor momento desde la llegada del coronavirus en marzo del 2020. Las cifras de contagios aumentan y hasta ahora se han roto varios récords llegando la isla a contabilizar más de mil contagios diarios.