El Tribunal Supremo Popular declaró este 4 de agosto sin lugar el recurso de casación interpuesto a favor de la activista Lizandra Góngora y ratificó la sentencia de 14 años de cárcel por su participación en las protestas del 11 de julio en Güira de Melena, Artemisa, informó Radio Martí.
“Está como loca porque es mucha cantidad de años, esa sentencia es para un asesino. Ella pensó que le iban a rebajar un poco. Hasta yo pensé eso porque ella ni tiró piedras ni rompió cristales”, declaró al medio Ángel Delgado, esposo de Góngora Espinosa.
Las autoridades justificaron su decisión asegurando que la joven forzó la entrada a una tienda MLC. En un video filmado días antes de su detención, Góngora Espinosa explica que presenció la manifestación frente a la tienda sin entrar en ella, resultó herida en una pierna y salió huyendo.
El documento del Supremo aduce más adelante que la opositora siempre estuvo al frente del grupo de personas que gritaban frases contra el Partido y el Gobierno.
“Eso es por política. Ellos (el régimen) están tratando de tener el mayor tiempo posible a los opositores presos. Aquí en Güira de Melena los únicos que son opositores declarados, que pertenecen a partidos y organizaciones independientes son Lizandra y Jorge Bello Domínguez. Ellos lo que hicieron fue manifestarse”, apuntó Delgado.
El Tribunal Supremo aceptó los recursos de casación y modificó la sanción a 11 de los convictos en la Sentencia número 42 de 2022, en la que fueron sancionados 33 manifestantes de Güira de Melena a penas de entre 5 y 15 años por cargos de “sabotaje con carácter continuado”, “sabotaje”, “desórdenes públicos”, “desacato”, “atentado” y “robo con fuerza”, agregó Radio Martí.
Actualmente, Góngora se encuentra confinada en la Prisión de Mujeres de Occidente, ubicada en El Guatao, La Habana.
En diciembre del 2021 trascendió que Góngora era humillada dentro del penal por las autoridades carcelarias. Allí la desnudan bajo el pretexto de velar por la seguridad penitenciaria cada vez que recibe vistas del exterior.
Además, las guardianas de la cárcel tienen órdenes expresas de no conversar con ella y comportarse como si no existiera. Agrega la fuente que la jefatura impide que reciba pertenencias enviadas por sus familiares y tampoco las devuelve cuando estos las solicitan.
Madre de cinco niños, a quienes dejó al cuidado de su familia, Góngora es la mujer que en las noches transmitía un cacerolazo a través de su cuenta de Facebook mientras pedía libertad para los presos políticos y denunciaba todas las carencias con las que se subsiste en Cuba.