La joven Reyna Yacnara Barreto fue condenada a cuatro años de "trabajo correccional con internamiento" por su participación en las protestas antigubernamentales del domingo 11 de julio en Camagüey.
Durante las manifestaciones tres policías intentaron neutralizar a la joven y el momento en que ella intentó defenderse quedó grabado en un video, el cual se consideró como prueba para condenarla. La petición fiscal inicial pedía cinco años de privación de libertar, tres por atentado y dos por desorden público.
La revista La Hora de Cuba tuvo declaraciones en exclusiva de Barreto, quien dijo que “No vale de nada quedarse callada. No vale nada afrontar una condena por gusto. Si hice algo la afronto, pero por gusto, no. Por defenderme de un golpe de tres hombres, no".
Las autoridades sostienen que Barreto es una amenaza para la sociedad “¿Cómo yo voy a ser una amenaza para la sociedad, si yo lo único que hice fue defenderme? Aparte, en el juicio, ellos mismos dijeron que ellos no me habían dado ningún golpe, aparte que ningún golpe mío había llegado a tocarlos. Entonces, ¿por qué esta condena? Me están arrebatando cuatro años de mi juventud por gusto", sentenció.
También en esa provincia cubana la fiscalía solicitó 10 años de cárcel para el joven cubano Dixán Gainza Moré, quien está retenido en la prisión de máxima seguridad "Kilo 8".
La hermana del joven, Disney Azahares aseguró que su hermano no ha podido comunicarse pues la Seguridad del Estado (SE) —policía política del régimen— se lo prohibió. También dice que le han fabricado nuevos cargos, para aumentar su condena.
Calificó de "farsa" todo el proceso legal contra su hermano y otros arrestados tras las manifestaciones de julio y recordó que la SE presiona constantemente a los familiares para que no hables. "Es una tortura psicológica", declaró indignada en redes sociales.
Gainza Moré es el único sustento de sus padres, ancianos de más de 80 años. Estuvo 16 días en huelga de hambre y cuando pudo llamar a su madre "la voz era casi de un muerto. Nunca podré olvidar eso", señaló su madre en entrevista con ADN Cuba.
Las autoridades del régimen lo acusan de los supuestos delitos de “instigación al delito” y “desorden público”. No hay fecha para su juicio.
Desde inicios de octubre, el sistema judicial cubano comenzó a imponer sanciones a varios prisioneros manifestantes del 11J, por delitos como “desacato”, “instigación a delinquir” y “desorden público”. Las penas oscilan entre pocos meses y 14 años.
La Fiscalía de Artemisa pidió 14 años de prisión para el cubano Yeremin Salsines Jane, de 31 años, por manifestarse pacíficamente allí. El 19 de octubre el Tribunal Municipal de San José de las Lajas condenó a diez años de cárcel al joven Roberto Pérez Fonseca, quien rompió un cuadro de Fidel Castro durante las protestas.
Según expuso en sus redes sociales Justicia 11J, las condenas que exige para los ciudadanos rebasan los 20 años de privación de libertad en la mayoría de los casos, lo que evidencia el uso de la sedición “como delito político contra personas que exigen derechos elementales y que no tienen formación política”.
La abogada Laritza Diversent, directora de Cubalex, informó que su ONG y el grupo de activistas de Justicia 11J han registrado más de 1 130 detenciones tras el estallido social. Continúan prisioneras 572 personas y varias han denunciado “actos de tortura y malos tratos”.