La conocida chef cubana, Verónica Cervera, aseguró este jueves en su canal de Youtube, que "normalmente una croqueta no explota", en respuesta a la empresa estatal Prodal, que ha provocado estragos en la población.
Según comentó Cervera, "una croqueta se puede abrir porque el aceite no está caliente o el aceite puede saltar por agua; pero la verdad es difícil de imaginar por qué explotan estas croquetas".
La cocinera manifestó estar triste por las personas que han sufrido quemaduras y no tienen a quien reclamar.
"Es una marca que van a llevar para toda su vida", señaló.
Otros cubanos también han realizado críticas a las llamadas 'croquetas explosivas'. Uno de ellos fue el artista visual Julio Llópiz-Casal.
Recientemente trascendió la respuesta de la empresa a sus seguidores en Twitter indicando que las explosiones se deben al mal manejo del producto por parte del consumidor; y no a las técnicas de elaboración o materias primas empleadas.
Dicho tuit generó descontento y críticas a Prodal, las palabras de Llópiz-Casal se suman:
“Digamos que, efectivamente, todo el QUEMAO que ahora mismo está sufriendo las consecuencias de un accidente doméstico, se lo debe a que frió las croquetas sin estar totalmente decongeladas, sin que el aceite tuviera la temperatura correcta y por cocinar más de las que se deben a la misma vez. No soy un experto en croquetas y, por supuesto, no lo seré, pero he comido una cantidad considerable de croquetas a lo largo de mi vida, como cualquiera. He freido muuuuchas croquetas hechas de muuuuchas maneras: artesanales, industriales, incomibles y deliciosas. Puedo garantizar que las croquetas pueden ser más o menos complicadas de freir, incluso de hacer, pero las croquetas, las frías como las frías, ¡NO EXPLOTAN!”, escribió el miembro del grupo 27N en su cuenta de Facebook.
A pesar de los comentarios sobre los accidentes domésticos con croquetas Prodal, la marca sigue promocionando sus producciones y haciendo oídos sordos en sus redes.
Llópiz-Casal continúa diciendo que: “Si una croqueta explota, porque estaba congelada o porque el aceite y la candela no sé qué... no explota por problemas en la cocción, explota por problemas en la elaboración. Y esas croquetas no las hicieron los accidentados en sus casas, las hizo Prodal.
Pero claro. No es suficiente con que este pueblo viva en condiciones infrahumanas y gobernado por gente incompetente: los casos de covid se deben a la indisciplina social y no al trabajo insuficiente del sistema (de salud), los 5000 pesos de multa del muchacho suicida se deben a que andaba de carretillero sin licencia y no que la policía es un cuerpo represivo, resentido, racista y abusador, y por supuesto, la explosión de las croquetas es culpa de quienes las frieron, no de que Prodal no sabe hacer su trabajo.
La mayoría de los que creen que esto es así no solamente son gente mala de sentimientos, son además personas que nunca les va a explotar una croqueta, nunca les van a poner una multa de esas y nunca se van a enfermar de covid. Lo más lindo de todo es que pueden creer eso pero no quiere decir que no les vaya a tocar. Nada como un día detrás de otro.
Dios nos proteja a todos, incluso los abyectos”, concluyó.
El mencionado tuit de Prodal decía: “Es un error común al freírlas. El aceite debe estar a unos 180 grados centígrados, la croqueta debe de estar a temperatura ambiente y no freír muchas a la vez. En el caso de la Croqueta Criolla, al tener una masa más densa, se abren con más ‘violencia’”.
Croquetas “bomba”, la triste opción ante la escasez
En medio del contexto que atraviesa la Isla, donde la escasez de alimentos reina, muchos cubanos han comprado las croquetas elaboradas por Prodal.
Las denuncias de que las croquetas Prodal explotan y pueden causar daños han sido frecuentes en los últimos años. Esta semana, ADN Cuba se hizo eco de dos denuncias de víctimas de estos alimentos explosivos.
Una de ellas, Anselmo López Gálvez, relató que el pasado 24 de marzo adquirió el producto y procedió a freírlo, lo que desencadenó una explosión que le produjo quemaduras por todo el cuerpo y le desfiguró el rostro.
“Me dirijo al cuerpo de guardia del hospital General Calixto García y la doctora solo de verme me dice: ¿Usted viene quemado por croquetas?... Me informó ella que varios casos se produjeron ese mismo día”, explicó López, que anticipó en su testimonio que “nadie de la fábrica se pronunciará por lo menos ofreciendo una disculpa” ni ninguno “de nuestros dirigentes hablará al respecto”.