El gobierno cubano decretó el cierre de la ciudad Pinar del Río desde el lunes 8 de marzo, debido al número de casos confirmados de COVID-19, con una tasa de incidencia de 233,6 por 100 000 habitantes en el municipio cabecera.
La medida incluye la eliminación de permisos para viajar desde los territorios hacia la capital provincial, excepto ante urgencias médicas, turnos impostergables y salidas al exterior.
Las autoridades locales aseguran que se garantizará la transportación únicamente de los trabajadores de Salud Pública, de modo que las administraciones deberán ajustar sus actividades o albergar a sus empleados que residan en otros municipios y laboren en el capital, pues se suspenderán los viajes diarios.
Asimismo, se detendrán muchas de las ventas de productos que no sean de primera necesidad y los de los mercados Ideal se comercializarán en las bodegas. En las tiendas que venden electrodomésticos en moneda libremente convertible se reducirá la estancia de la población.
La provincia se encuentra en la fase de transmisión autóctona limitada desde finales del mes de febrero, debido al deterioro de los indicadores epidemiológicos, mientras actualmente permanecen 335 casos activos.
Según el doctor Ariel Godoy del Llano, director provincial de Salud Pública, se trabaja en 110 controles de foco, de los cuales 26 pertenecen al municipio de Pinar del Río; siendo ese junto a San Juan y Martínez y San Luis los de mayores complejidades en la actualidad.
El último informe del Ministerio de Salud Pública reportó 873 casos nuevos de coronavirus en toda la isla, para un total de 56 566 diagnósticos totales.
La Habana, como es habitual, reportó el mayor número de casos, unos 362; en Pinar del Río fueron 64.
Se acumulan 350 fallecidos (dos en el día), dos evacuados, 54 retornados a sus países, 930 altas del día, se acumulan 51 709 pacientes recuperados (91,4%). Se atienden en las terapias intensivas 69 pacientes confirmados, 29 críticos y 40 graves.
