Gloria Muñoz, una campesina que vive en Santo Domingo, Villa Clara, criticó este 17 de enero en redes sociales los precios exorbitantes de los productos y herramientas necesarios para trabajar en zonas rurales.
“Cómo se le ocurre a nadie que un campesino pueda pagar ese precio por un royo de alambre”, protestó la mujer en un comentario, acompañado de una foto donde se aprecia un rollo de alambre de púas, de 150 metros, a 5760 pesos, casi 100 dólares al cambio en el mercado negro.
“Me piden a mi sacrificio, me piden a mí que baje los precios y mientras tus precios siguen clavados en mi sudor, en los cayos de mis manos, en mis horas de sol (…) en mis pies húmedos toda la mañana por el rocío sin que logré protegerlos con un par de botas de goma, porque también su precio es de horror”, confesó Muñoz.
La mujer ironizó con respecto a los precios al sugerir que quienes los autorizaban eran extraterrestres, desconocedores de la realidad de los cubanos, y dijo que si alguien deseaba encontrarlos podía hacerlo en el Ministerio de Finanzas y Precios.
El aumento de los precios al consumidor cerró en 70% en 2021 en Cuba, informó el 21 de diciembre el ministro de Economía, Alejandro Gil, al presentar su informe ante la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento).
Sin embargo, negó que la inflación fuera superior al 6900% en el mercado negro, como habían informado medios independientes, lo que calificó de “manipulación”.
El funcionario consideró que la inflación obedeció a factores externos por la pandemia en el mundo y el recrudecimiento del embargo económico de Estados Unidos contra la isla, desde que Donald Trump llegó al poder y que su sucesor Joe Biden no ha modificado.
Productos básicos como el detergente, jabón, todo tipo de alimentos y medicinas vieron crecer exponencialmente sus precios, lo que redujo a nada el aumento de los salarios decretado en enero de 2021, tras implementarse la reforma conocida como Ordenamiento Monetario.
La reforma dejó al peso cubano como único circulante, tras la desaparición del CUC, que funcionaba como sustituto del dólar estadounidense en el país. A pesar de esto, los cubanos pueden comprar en tiendas que solo aceptan divisas a través de tarjetas magnéticas.
En fin de año, la libra de carne de cerdo llegó a cotizarse en 300 pesos, un golpe duro para la economía doméstica: este alimento es parte fundamental de la dieta cubana y constituye el principal platillo durante las fiestas decembrinas.
