El pasado 16 de agosto el proyecto Barbers Streets volvió a la calle, esta vez en el conocido espacio A+ Espacios adolescentes, sito en la Habana Vieja (Concordia, entre Muralla y Teniente Rey).
Su trabajo pudo ser apreciado por un público mayoritariamente adolescente, que participa en talleres de baile, música, robótica, fotografía. Los integrantes de Barbers Streets compartieron con la cantante, percusionista y bailarina Brenda Navarrete, que impulsó un taller de rumba y percusión afrocubana.
Al final, una actuación de hip hop cerró la tarde, con una excelente vibra colectiva, donde los jóvenes acabaron cantando los estribillos de la canción "Me sirve", uno de los temas emblemáticos de este grupo de activistas comunitarios, que llama a "hacer posible lo imposible/ y convertir en algo sólido los sueños" y a que "tu propio salario sea más que necesario para comer y vestirte".
"Los muchachos lo aceptaron súper bien, y al final se fueron coreando la canción --contó a ADN Cuba el joven estilista y rapero Robert El Niño, líder del grupo.
"Todo el equipo quedó muy contento con los resultados. Faltaron algunos integrantes, pero los otros estuvimos muy enfocados. Cortes, estilos de definición los dreadlocks y el baile, que no puede faltar. "Barber Street es una fiesta y seguimos tratando de alegrarle los corazones a todos los cubanos."
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El Niño, nacido en Candelaria, Pinar del Río, migró a la capital cubana hace poco más de 2 años. Suya fue la idea de salir al parque de su pueblo a pelar gratis a todos los vecinos que así lo desearan y como banda sonora de aquella acción eligió la música con la que se identifica: el Hip Hop.
El éxito de aquella espontánea fiesta de barrio lo llevó a repetir la intervención en su nuevo hogar. La intención inicial era pasar un rato divertido, unirse a los nuevos vecinos en un acto de fraternidad y escuchar buena música. La aceptación fue inmediata.
Hoy Barbers Streets Cuban Hip Hop ya es un proyecto con nombre, misión y visión, con el objetivo comunitario de sembrar valores culturales en sus asistentes, de maximizar el orgullo negro, el amor propio y el respeto a la afro-descendencia.
Estos barberos y estilistas se reúnen en los barrios marginales de La Habana, aunque ya han explorado otras provincias, y apuestan por el cuidado de la presencia estética de los vecinos. Como valor agregado, han incorporado el intercambio de libros con el público, que a cambio de un nuevo look deben entregar o llevarse un ejemplar.
También los raperos se han unido a estas fiestas y en cada edición ofrecen un show en vivo de forma gratuita, al que asisten lo mismo consagrados que muy noveles MC’s, siempre portando un mensaje reflexivo, social, comprometido y positivo.