En momentos en que la Isla atraviesa un rebrote de la pandemia el régimen cubano y su enrevesada maquinaria burocrática frenan la inversión para que una fábrica matancera confeccione nasobucos desechables, higiénicos y quirúrgicos.
La confección de esta prenda, ya común en la vida del cubano, sería, según el medio oficialista Trabajadores, un hecho insólito y ayudaría a enfrentar la enfermedad. Aunque la dictadura está más empeñada en recaudar fondos con las multas asociadas al uso del nasobuco que en proteger al pueblo del contagio.
La fabricación de mascarillas dentro del territorio nacional tendría un costo de seis centavos, expresó Diosdado Abreu Falcón, director de Gardis, mientras que la importación le cuesta al país unos 46 centavos en USD aproximadamente. Abreu Falcón, se preguntó en la red social Facebook: “¿Qué falta para tener en Matanzas la inversión de la primera máquina para la fabricación industrial de las mascarillas desechables?”, el gobierno cubano debería responderle.
“Aunque todos han tratado de ayudar, comenzando por el Ministerio de Economía y Planificación, ya llevamos tres meses y hoy hace falta lograr la soberanía en este elemento. No pedimos ni un USD, solo apoyo para esta inversión”, refiere Trabajadores que dice el post del directivo.
Abreu Falcón dijo que solo se precisa que la importadora cierre el contrato y que el Banco Central, perteneciente al Estado, permita abrir una cuenta de fines específicos porque el “ofertante es un extranjero residente en el país… Le pagaremos en CUC, por lo que Cuba no tendrá gastos en Moneda Libremente Convertible”.
De adquirirse y ponerse en marcha la máquina, en la Unidad Empresarial de Base Unymoda, productora y comercializadora de confecciones textiles, se podrán producir unos 140 nasobucos por minuto. El trabajo estaría dividido en dos turnos. Y el principal destino son las instituciones médicas cubanas, aunque pretenden satisfacer la demanda interna y luego exportar también.
En mayo, a solo escasos meses del inicio de la pandemia en la Isla, las multas por no usar o uso indebido de las mascarillas ascendían a 11 mil en una sola provincia, en Guantánamo. Con el aumento de casos y la implementación de medidas restrictivas más severas este número es un sueño del pasado.
Ahora el régimen, desde que instauró casi un toque de queda en la capital cubana, ha recaudado millones de pesos asociados al empleo de los cubrebocas. Las multas que pueden ser de hasta 120 dólares superan los ingresos mensuales de muchas familias en la Isla.
Un reporte del oficialista Tribuna de La Habana sostiene que desde que el 1 de septiembre entrara en vigor el decreto 14 de 2020 del Consejo de Ministros, que otorga facultades al gobernador de La Habana para imponer multas de 2 000 y 3 000 pesos a los que violen las medidas adoptadas para evitar la propagación de la COVID-19, y hasta el viernes 4 de septiembre, se habían aplicado un total de 1 872 multas. En solo unos días la recaudación por este concepto es de tres millones 792 000.
Las autoridades sanitarias de Cuba reportaron hoy un nuevo fallecimiento por coronavirus, lo que eleva la cifra total de muertes a 102 . Al cierre del 6 de septiembre se detectaron 43 casos nuevos, para un total de 4352 desde que comenzó la pandemia por el nuevo coronavirus en el país.