Arquitecto cubano sobre transformaciones en el Paseo de la calle G: “Nada justifica la improvisación”

"Fueron ejecutadas sin ninguna de las consultas reglamentarias, sin las aprobaciones de la Comisión de Monumentos y la Dirección Provincial de Planificación Física, y sin Licencia de Obra, constituyéndose de hecho en una Violación Urbana y en una acción en contra del Patrimonio", concluyó el arquitecto cubano
Transformaciones en el Paseo de la calle G, La Habana, Cuba
 

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El arquitecto, conservador y diseñador cubano, Universo García Lorenzo argumentó a través de su perfil personal en Facebook, por qué la transformación de un tramo de 100 metros al final del Paseo de la calle G  o Avenida de los Presidentes en La Habana, constituye una violación urbana y patrimonial injustificada.

García Lorenzo, compartió una publicación en esta red social, adjunta a una secuencia de imágenes, que describió del siguiente modo:

1. El estado anterior a la transformación, apreciándose en su vista aérea y en fotos el diseño original del paseo, con una clara distinción de la predominante presencia del área verde. Se muestra la convivencia del paseo con la inundación, y sus bancos.

2. Fotos de los cambios realizados: pavimentación y eliminación del área verde, excepto en los puntos de las uva caletas existentes, introducción de bancos diferentes a los que caracterizan el paseo, pavimento de adocretos que no es compatible con el diseño original del paseo, uso de adocretos para bordear los plantones aislados de uva caletas - tampoco compatibles con el diseño original. En adición, la calidad de la ejecución no es buena.

A continuación el arquitecto, también con experiencia en la docencia, ofrece sus opiniones sobre un tema que ha generado un gran debate entre residentes de la capital cubana.

El Paseo de la calle G _ Avenida de los Presidentes sorprende al Vedado con su mutilación”, tituló el especialista su publicación.

“El Vedado, zona urbana de gran valor patrimonial, posee en su conjunto la condición de Zona de Protección, conferida por el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, adscrito al Ministerio de Cultura de la República de Cuba, al amparo de la Ley No.1 de Protección del Patrimonio Cultural y la Ley Nro. 2  de los Monumentos Nacionales y Locales.

Esta condición - conocida e instituida - obliga a que cualquier proyecto en la zona de el Vedado sea presentado a revisión y aprobación de la Comisión Provincial (o Nacional) de Monumentos, órgano de consulta del Consejo Nacional de Patrimonio”, refiere García Lorenzo.

Sin embargo, -aclara el arquitecto- “las transformaciones fueron ejecutadas sin ninguna de las consultas reglamentarias, sin la aprobación de la Comisión de Monumentos, sin la aprobación de la Dirección Provincial de Planificación Física, y por tanto sin Licencia de Obra, constituyéndose de hecho en una Violación Urbana y en una acción en contra del Patrimonio”.

 

Y añade otros aspectos que considera oportuno esclarecer:

1. Ninguna entidad estatal, la Dirección Provincial de Servicios Comunales / Áreas Verdes / Jardines u otra responsabilizada con servicios a la ciudad están facultadas para actuar por decisión y a criterio propio sobre el patrimonio cuando sus acciones impliquen cambios.

2. De lo anterior se deriva que ante un problema con los servicios que prestan en relación con una zona patrimonial (y en general) - por ejemplo la dificultad creada por las inundaciones para sostener la vegetación preexistente - de no contar con la estructura técnica experta en su solución y proyección, lo pertinente es acudir a estas.

Las entidades proyectistas cuentan con especialistas en áreas verdes y paisajismo, en urbanismo, en drenaje y pavimentación, en gestión de riesgos, etc.

Similares especialistas coordinan estrategias y propuestas para mejorar la sostenibilidad de los verdes urbanos ante los fenómenos climatológicos en la Facultad de Arquitectura en la CUJAE, en la Universidad de La Habana, en el Jardín Botánico Nacional, en el Comité de Paisajismo de la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba UNAICC, en la Fundación Antonio Núñez Jiménez para la Naturaleza y el Hombre con la iniciativa Proarbolado, en el Ministerio de la Agricultura. La Estación Experimental de Pastos y Forrajes Indio Hatuey en Matanzas investiga y soluciona estos problemas.

“Todo esto es de conocimiento del Gobierno, por supuesto”, subraya. “¡Cuántas posibilidades desperdiciadas!”, señala García Lorenzo.


“Existen en Cuba hoy mismo especies arbóreas, de cobertura y de césped capaces de resistir y regenerarse en estas condiciones adversas. Hay artesanos y empresas aptas para reproducir los bancos originales dañados. El mobiliario urbano es un componente significativo de la identidad del paseo. ¿Qué justifica su sustitución por otro tipo de bancos?”, expuso.

Ante la justificación de algunos funcionarios del régimen, García Lorenzo sostiene que: “El valor del Patrimonio es de igual significado tanto en 2 kilómetros de extensión como en estos 100 metros mutilados”.

“Cuando el paisajista francés Jean Nicole Forestier, contratado en 1925  por el Gobierno del Dictador Presidente Gerardo Machado, concibió estos bellos paseos al estilo europeo, orientados a las brisas y visuales hacia el mar, su visión fue proveer a La Habana del verdor que le faltaba. Transcurridos casi cien años, ese valor y esa visión continúan vigentes.Nadie tiene derecho a destruirlo, nada justifica la improvisación,  es nuestro disfrute, nuestra historia y nuestro patrimonio cultural”, concluyó.

 

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