Anciano comunista y enfermo abandonado por el Partido, pero quieren cobrarle cotización

A un antiguo militante comunista de Yara, en Granma, el Partido lo abandonó en medio de su enfermedad, pero le exige que continúe pagando la cotización al régimen
Anciano cubano con cuadros de dirigentes de la Revolución. Foto: EFE
 

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El régimen castrista dice como disco rayado que en Cuba “nadie quedará desamparado”, mientras desecha a quienes le sirvieron, como piezas gastadas de una maquinaria. La prensa oficialista esconde la cabeza ante los numerosos casos de ancianos abandonados, como la lamentable situación de Argelio Mendoza Martínez, quien fue un disciplinado militante comunista y hoy vive en la miseria y el olvido por parte de las “instituciones revolucionarias”.

Según una denuncia de su hija Yusdania Mendoza, el anciano de 80 años residente en Veguitas, provincia de Granma, está enfermo de una hernia inguinal que empeoró luego de recibir tratamiento en un hospital local. Ella pide desesperada que compartan su post para que alguien “me ayude con la situación de mi papá (…) [quien] fue gran trabajador hasta su jubilación cumpliendo con sus deberes militante del P.C.C por años cumpliendo con sus funciones y cotización [dinero para el partido]”.

Argelio Mendoza vive en la calle Donato Mármol #59, Nuevo Veguitas, municipio oriental de Yara. Pero al castrismo “hoy mi papa no les sirve para nada ni al Partido”, expresa Yusdania, quien explica que “tuvo varias operaciones por causa de hernias las cuales se les reproducían” por no tener implementos médicos necesarios para el tratamiento, como la malla quirúrgica.

Durante años ha sufrido complicaciones con las hernias, que le provocaron “una obstrucción intestinal”. Aunque lo operaron con urgencia, malos procedimientos habrían ocasionado al anciano atravesar un calvario que incluyó “perforaciones en el intestino” e ingreso en terapia durante varios meses.  

Cuando “volvimos a casa vino un miembro del Partido a verlo supuestamente y cobrar la cotización que es lo que le interesaba, no la salud de mi papá”, denunció Yusdania.

El funcionario comunista le dijo a la familia que cuando el anciano “se pusiera bien” debía cumplir con sus obligaciones con el Partido Comunista “porque eso no daba bajas”, a lo que la hija le respondió: “ni da baja, pero tampoco ayuda, pues no venga a cobrar más porque nunca tuvo ayuda…”


Argelio Mendoza tampoco recibió apoyo del “comunismo” para mejorar su pobre casa, ni para una pensión que le aliviara su vejez. La hija asegura que fue “a solicitar un subsidio por la situación de él de la vivienda y por la económica también, pero mi papá no lo merece”.

El anciano no quiere comer y se deshidrata con facilidad por la ileostomía que le practicaron para que llevara los desechos fuera del cuerpo. Esta cirugía se realiza cuando el colon o el recto no está funcionando apropiadamente.

Sin embargo, se le reprodujo otra vez la hernia, como evidencian las fotos compartidas por su familia. La hija asegura que, luego de la intervención de los médicos en Cuba, la hernia volvió más grande porque no le proporcionaron una malla quirúrgica durante la operación.

El anciano tampoco tiene bolsa de colostomía porque, “según no entran en la farmacia de Veguitas, las pocas veces que he cogido he tenido que discutir”, asegura la hija en su post de Facebook.

 

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