La anciana cubana Dora Torres falleció el pasado viernes 4 de junio en el hospital Celia Sánchez Manduley de Manzanillo, en la oriental provincia de Granma, por falta de atención médica, según denunció su nieta Pilar Bauza Zamora.
A través de su perfil de Facebook, Bauza denunció que al acudir su abuela al hospital no había camas, ni sillas de ruedas, ni camillas para atender las urgencias. Los enfermos eran acostados en burós y no aparecían los médicos por ningún pasillo.
Si bien no especifica la dolencia de su familiar fallecida ni las causas médicas del deceso, la denunciante, residente en Tampa, Florida, insinúa que murió por la falta de atención en un recinto hospitalario de pésimas condiciones.
“Hasta que el dolor no llega a tu puerta, realmente no sabes cómo trabaja en realidad el país donde la salud es gratis, donde nadie queda desamparado, donde sus médicos salvan vidas en otros países (hipocresía)”, escribió con evidente indignación Bauza en su post de denuncia.
Apelando directamente a los médicos de la isla, cuestionó si todos le han perdido el amor a su profesión. “¿Quién provoca eso?”, preguntó, para acto seguido afirmar que todos conocen la respuesta.
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“Dejen ya el cuento del bloqueo que nadie les cree, por lo menos ya YO NO ME LO CREO HACE MUCHOOOO TIEMPO”, espetó la joven, al tiempo que agregó que quienes más sufren las carencias de Cuba son aquellos que no son hijos de grandes jefes y los dejan morir.
Según concluyó, a su abuela, Dora Torres, “simplemente la dejaron morir, sin atención y sin el más mínimo de dignidad”.
Potencia médica en entredicho
En los últimos tiempos se han incrementado las denuncias ciudadanas de presuntos casos de negligencia médica y falta de materiales o personal sanitario para brindar servicios de salud de calidad en Cuba.
A través de las redes sociales, cubanos exponen su insatisfacción con las condiciones del sistema de salud y denuncian toda práctica que consideran constituye un caso de negligencia o desatención médica.
El régimen desoye la mayoría de estos reclamos y continúa aseverando que Cuba es una potencia médica, capaz de “ayudar” a otros países con personal y conocimiento. Sin embargo, las misiones de colaboración médica de la mayor de las Antillas, una de las principales fuentes de ingresos del país, han sido denunciadas por médicos participantes en las mismas y por organizaciones no gubernamentales como un mecanismo de explotación, con prácticas similares a las de la trata de personas.
Se supone que lo recaudado por tales misiones contribuye al mejoramiento del sistema de salud cubano, mas denuncias como la de Bauza y otros muchos cubanos demuestran que no es así. La salud en la isla se ha ido degradando progresivamente, al punto de que muchos temen enfermar y tener que ir ingresado a un hospital con pésimas condiciones higiénicas y una mala atención.
