Aduanero cubano y trabajador de una tienda Caracol terminaron sembrando cantero en un huerto

La única razón detrás de esto es el temor a perder sus puestos de trabajo, donde además de los ingresos, tienen una buena "búsqueda", o alguna que otra propina.
Aduanero cubano y trabajador de una tienda Caracol terminaron sembrando cantero en un huerto
 

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La situación epidemiológica generada por la COVID-19, sumada la crisis económica por la que atraviesa Cuba desde 2018, ha sacado a la vista de todos el verdadero rostro del régimen: en un país de obreros y para obreros, las garantías laborales son un mal chiste.

Como es costumbre en los medios de comunicación y propaganda castrista, el periódico oficialista ¡Ahora!, a través de un artículo publicado este 27 de agosto en su página web, intenta justificar, excusándose en la COVID-19, que el régimen esté mandando a realizar labores agrícolas a funcionarios, obreros y profesionales.

"Cumpliendo con lo que nos toca hacer y hacerlo bien, Yunior Méndez López pasó de ser el Jefe de Departamento de Gestión y Control del Riesgo de la Aduana General de la República en Holguín a un obrero agrícola en el organopónico 'El Coco' durante el periodo de mayo a junio".

En conversación con el mencionado medio estatal, Yunior Méndez precisó cómo fue su trabajo allí atendiendo 76 canteros aproximadamente, junto a la encargada del organopónico, 3 obreros agrícolas y otro compañero perteneciente a Tiendas Caracol.

"Al comenzar a trabajar en el organopónico, los primeros trabajos fueron los de añadirle materia orgánica a los canteros, que lo necesitaban para luego de estar listos comenzar a sembrar", explica Yunior y agrega que "seguidamente, debido a la escasez de lluvias durante varios meses, el organopónico contaba con 2 pozos, uno artesano y otro de unos 8 metros de profundidad, pero se encontraban secos".

Precisa que debido a esto la encargada solicitó el apoyo de las autoridades, y le enviaron un compresor con el que profundizaron 2 metros más hasta que, con ayuda de las lluvias de mayo, el pozo finalmente se llenó de agua. "Durante varios días tuvimos que dedicarnos a sacar toda la tierra del pozo, siendo en ocasiones interrumpido el trabajo por la lluvia".

Relata que luego de eso su trabajo consistió básicamente en atender los canteros "de forma tal que las producciones fueran ininterrumpidas y, debido a las lluvias, había que alternar los trabajos de preparación de canteros, siembra y limpieza de los mismos, tanto en las posturas como en los pasillos, debido a la velocidad con que crecía la hierba", aunque también tuvo que emplearse en otras labores, como la reparación de la cerca perimetral del lugar.

La razón detrás, para que un aduanero, o un trabajador de Tiendas Caracol acepten trabajar en la agricultura por orden del régimen sin mediar ninguna reclamación, no es otra que el temor a perder sus puestos de trabajo, lugares donde además de los buenos ingresos, comparados los del resto de los trabajadores estatales, tienen accesos a una buena "búsqueda", o alguna que otra propina.

 

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