La adolescente cubana Maydeleisis Rosales Rodríguez, de 16 años y vecina del municipio Centro Habana, continúa desaparecida, por lo que sus familiares piden que cualquier persona con información sobre el caso se comunique con ellos o directamente con la policía.
Desaparecida desde el 30 de mayo, Rosales Rodríguez es pelirroja natural y al momento de su desaparición vestía una licra estampada y camiseta gris, según comunicó su madrina, Estrella Miranda.
En comunicación con ADN Cuba en días pasados, Isis Rodríguez, madre de la pequeña, aseguró que la desaparición era del conocimiento de las autoridades, quienes circularon los datos de Maydeleisis a nivel nacional y están investigando sobre el caso.
La familia hizo públicos los teléfonos 5 903 4727 y 7 866 8924 para recabar cualquier información o pista que pudiera tener la ciudadanía. Ha reiterado asimismo que la pequeña no tenía problemas familiares ni motivo para ausentarse del hogar, por lo que su búsqueda debe tratarse como un posible delito o hecho sensible.
La iniciativa Yo Sí Te Creo en Cuba se hizo eco de la desaparición y solicitó al gobierno cubano la implementación en la isla de un sistema de notificación de menores de edad desaparecidos.
En otros países latinoamericanos, como Argentina, Guatemala y México, existe el sistema AMBER —con nombres distintos en dependencia de la nación—, acrónimo en inglés de America's Missing: Broadcasting Emergency Response.
El acrónimo hace referencia a Amber Hagerman, niña que fue secuestrada en 1996 en Texas, Estados Unidos, y días después fue localizada sin vida.
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La muerte de Amber provocó una ola de indignación en todo el país; llegó al Congreso y la Presidencia de EE.UU. Los padres de Hagerman estaban presentes cuando el presidente Bill Clinton firmó el proyecto de ley que creó el registro nacional de delincuentes sexuales.
Desde 2003, y gracias al presidente George W. Bush, Alerta AMBER es un programa nacional avalado por la ley a escala federal.
Los expertos indican que las primeras horas tras la desaparición son vitales. Por ello, y a fin de poder llegar al mayor número de personas posible, la alerta se emite con prontitud y se transmite por diversos medios como televisión, radio, correo electrónico, pantallas electrónicas, entre otros.
