Académicos e intelectuales cubanos han renunciado a la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA), tras la respuesta “cobarde, cómplice y abyecta” de su directiva ante la solicitud realizada por más de 300 miembros para que la institución condenara la represión policial en la Isla y las constantes violaciones de derechos humanos.
Casi 20 días después de la iniciativa, liderada por Guillermina de Ferrari, profesora de la Universidad de Wisconsin, Madison, disponible en la plataforma online IPetitions, a través de la cual se pide un posicionamiento a LASA ante los abusos de DD.HH del régimen de La Habana; la Asociación publicó un comunicado donde se limita a mencionar su “preocupación” -sin esclarecer detalles- por el trato que reciben en Cuba “académicos y académicas, intelectuales y artistas”.
“Este pronunciamiento es una falta de respeto. No solo no responde el reclamo de sus miembros de posicionarse sobre la oleada represiva de los últimos meses sino que la justifica con el bloqueo estadounidense. Vergüenza de academia cómplice”, advirtió en Twitter, Hilda Landrove, investigadora y promotora cultural cubana.
“Es simple. Los derechos humanos o se respetan o se violan. No hay grises. Por eso renuncio hoy a la membresía de LASA”, señaló Guillermina de Ferrari.
Por su parte, el periodista e investigador José Raúl Gallego, subrayó en su perfil de Facebook: “Después de ver la respuesta cobarde, cómplice y abyecta de LASA a la solicitud hecha por un grupo de académicos que pedimos a la institución que condenara la ola represiva que están viviendo nuestros compañeros en Cuba, creo que la posición más coherente (o al menos la que mi conciencia me dicta) es salirme de esa organización”.
“Hay espacios que se salvan, otros que no y es mejor buscar o crear nuevos. Mi lucha por los derechos humanos y contra la dictadura que los niega y reprime es frontal, desde mi posición de individuo, desde el periodismo y desde la academia. No quiero buscar 'equilibrios' donde no los hay, ni andar con paños tibios cuando hay gente a la que están friendo con todo el fuego de un Estado totalitario. No es honesto ni tampoco es riguroso, ni en el periodismo ni en la academia, ni en la vida. No quiero mi nombre en la lista de los cobardes y los cómplices. Lo que sobra es trabajo y en eso es en lo que hay que concentrarse”, concluyó Gallego.
El reportero, quien cursa el Doctorado en Comunicación en la Universidad Iberoamericana, señaló además sobre la declaración de LASA: “da pena cuando se compara con las otras que hace LASA sobre violaciones de derecho en otros países. No dice nada, no enuncia con claridad y dedica más espacio a denunciar el bloqueo, que nada tiene que ver con estas violaciones de derecho, que a condenar el problema en sí”.
La poeta, narradora, ensayista, profesora y Doctora en Literatura Hispánica por la Universidad de la Ciudad de Nueva York, Mabel Cuesta, también se pronunció tras la respuesta de la Asociación de Estudios Latinoamericanos:
“Hoy quiero dedicar esta canción a una mujer que me engañó, me dejó por la corrección política y además tuvo el apoyo de algunos amigos. La mujer se llama LASA y la canción dice así:
Ahora me voy
No me lo repitas
También me he cansado de tantas mentiras
De no serme fiel
Aquí en esta bolsa me cabe la vida
Con ella la espalda
Soy libre otra vez
El día que puedas me mandas con alguien
Las cosas que ahora pudiera olvidar
El libro de versos que yo te leía
Los días felices que no volverán”
También rechazó el comunicado, el crítico y escritor, Walfrido Dorta, quien labora en el Departamento de Español y Portugués de la New York University (NYU): “Renuncio hoy a mi membresía de LASA y de la sección Cuba. Vergüenza de institución y de sección. Vergüenza para los académicos que callan y pasan de lado ante la evidente violación de derechos humanos en Cuba”
Janet Batet, crítica de arte y ensayista, refirió en su Facebook: “Adiós adiós Lasa. Los derechos humanos no son negociables. Cancelando mi membresía”.
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Otros intelectuales y académicos han ironizado sobre la penosa contesta de la Asociación. El reconocido escritor y humorista Enrique Del Risco, apuntó: “Traducción de la respuesta de LASA a la petición de que se pronunciara sobre represión en Cuba: "Canel seguro, al MSI [Movimiento San Isidro] dale duro"
Carlos Aguilera, añadió en su Facebook: ¡LASA, seguro, a los yankis dale duro! (A mí nadie me jo…, esta nota de LASA la redactó Rafael Hernández)”, haciendo alusión a director de la revista cubana Temas, simpatizante del régimen castrista.
En tanto, la investigadora y profesora, María Antonia Cabrera Arus, señaló: “Yo me fui de LASA no por política, sino porque me cansé de que rechazaran mis propuestas (dos paneles y dos paper independientes en 5 años), pero esto es alucinante y bochornoso. Más de 300 cubanistas y latinoamericanistas miembros de la asociación piden que esta se pronuncie contra la violación de los derechos humanos en Cuba, como ha hecho con relación a similares problemáticas en casi todos los demás países de la región, y se baja con esto:
“El trato que reciben académicos y académicas, intelectuales y artistas en Cuba es motivo de preocupación para un gran número de miembros de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA). LASA ha mantenido relaciones académicas duraderas con investigadoras e investigadores cubanos, a pesar del bloqueo impuesto por el gobierno de Estados Unidos a Cuba durante décadas. Dichas relaciones no alteran nuestro compromiso compartido con los valores de la libertad de expresión, la libertad académica y el respeto por los derechos humanos en el contexto de la democracia, la soberanía y el Estado de derecho.
Del mismo modo, LASA deplora la continuación de las sanciones impuestas por Estados Unidos en su intento de derrocar al gobierno de una nación soberana. Así pues, expresamos nuestra preocupación y nuestra esperanza de que, a través de las actividades de nuestra Asociación, los valores de los derechos humanos y de la no intervención puedan ser mejor comprendidos y honrados no sólo en Cuba y en Estados Unidos, sino en todos los países donde vive y trabaja nuestra membresía”.
“El pronunciamiento establece casi una relación de interdependencia entre el embargo comercial de Estados Unidos y la violación de derechos humanos en las isla. Esa es precisamente la lógica de justificación de la represión que una asociación como LASA debería condenar. A la vez, no nombrar a las víctimas hace el juego a la ambivalencia frente a la represión. Es como si en 2014 Lasa se hubiese pronunciado contra la violación de derechos humanos en México sin mencionar a los normalistas de Ayotzinapa o a las mujeres de Ciudad Juárez”, concluyó el historiador y ensayista cubano, Rafael Rojas, entre los comentarios de una publicación de Mabel Cuesta en Facebook, en la que compartió la respuesta de LASA.
Rojas, añadió: “Lo que debió decir Lasa es justamente que el embargo no justifica la violación de derechos humanos en Cuba. Si no lo dijo es porque quienes redactaron el pronunciamiento coinciden con la lógica represiva y penal del Estado cubano. Según esa lógica 'Cuba tiene derecho a defenderse' y la represión es uno de sus mecanismos de defensa.