Varios activistas cubanos amanecieron sitiados por la Seguridad del Estado este 9 de abril, según denunciaron en redes.
El científico y activista cubano Oscar Casanella es uno de ellos. Casanella dijo en Facebook que la vigilancia hacia su domicilio comenzó en el día de ayer.
“Hoy viernes 9 de abril estoy sitiado por la policía política al igual que ayer. Continúa mi reclusión domiciliar ilegal que viola mi libertad de movimiento”, contó a sus seguidores.
También la periodista independiente Iliana Hernández, quien fuese detenida ayer junto a amigos en plena vía pública, mostro en un video a un represor, vestido de civil, apostado en las cercanías de su vivienda.
La activista dijo que también ayer había otro oficial en las afueras, este “parecía un robot, hasta la manera de hablar era robótica” afirmó.
El poeta Amaury Pacheco es otro de los sitiados este viernes. Así lo hizo saber en su perfil de Facebook junto a la frase: "Hoy nos levantamos con la alambrada" junto a una foto de la patrulla número 200 en las inmediaciones de su domicilio.
Por otro lado, la artista cubana Camila Lobón, quien es diana de las difamaciones del régimen por su trabajo en el Instituto de Artivismo Hannah Arendt, mostró una patrulla en los bajos de su domicilio.
“Aumentan las amenazas, la vigilancia, la represión. Hoy amanecemos así...” posteó la joven.
Desde su post lanzó un fuerte mensaje al régimen cubano por la represión desatada contra el que disiente. Mencionó además el caso del payaso Manuel de la Cruz, quien fue expulsado de su trabajo, luego de su detención por participar en una actividad infantil promovida por el Movimiento San Isidro en la comunidad.
“Hay algo que las ansias conservadoras y represivas del gobierno ignoran, porque confían lógicamente en la impunidad de su poder. Ignoran que cuando expulsan, por ejemplo, a Manuel D La Cruz de su centro laboral, están sembrando consciencia política y ansias de justicia en sus alumnos. Ignoran que cada expulsión o daño que provocan, se subvierte en amor, solidaridad e identificación colectiva.
Y esto crecerá hasta el punto de una intolerancia masiva al odio y a la violencia que el estado representa. Entonces si, ustedes pueden hacer lo que quieran con nosotros, pero deben saber que por ese camino, solo conseguirán prolongar el dolor o quizás precipitar el inevitable cambio que este país necesita. Cuando dejen de hacer chapucerías, cuando dejen de abusar, y comiencen a incorporar orgánicamente el derecho al disenso, cuando entiendan que no se pueden criminalizar lo que en el mundo entero son derechos humanos y civiles, entonces estarán garantizando, porque solo en sus manos está, que el cambio sea de verdad para el bien de todos y en paz”, escribió.
Es práctica común del castrismo mantener acosados a los activistas y periodistas en sus casas y no dejarles salir. En los últimos meses las denuncias por violaciones al derecho al libre movimiento han crecido en las redes porque la represión ha sido constante.