Activista Saily González demanda a intendente de Santa Clara

La activista Saily González Velázquez presentó una demanda contra el intendente municipal de Santa Clara, Eduardo Andrés Román Duarte, por declarar ilegal la marcha del 15N.
Saily González
 

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La activista cubana Saily González Velázquez presentó, este 29 de octubre, una demanda contra el intendente municipal de Santa Clara, Eduardo Andrés Román Duarte, por declarar ilegal la marcha del 15 de noviembre y por los actos de hostigamiento contra los firmantes de la solicitud de manifestación en ese territorio.

La también miembro del grupo Archipiélago informó en sus redes sobre el contenido del documento que presentó ante el Tribunal Provincial de Villa Clara.

“En este documento jurídico se acusa al intendente de por declarar ilícita la #MarchaCívicaPorElCambio, explicando todos los fundamentos de derechos que respaldan la Manifestación del 15 de Noviembre” escribió en Facebook junto a imágenes de la demanda, que fue aceptada por ese organismo estatal.

Aclara González Velázquez que la demanda también denuncia “los actos de difamación, asesinatos de honor, amenazas y violaciones de derechos, a que hemos sido sometidos los firmantes desde la presentación del documento en la Intendencia Municipal”.

“Este acto jurídico responde a uno de los principios de la Plataforma Archipiélago: responder a los actos autoritarios del Régimen Cubano con ejercicios pacíficos y cívicos” afirmó.

El Tribunal Provincial de Villa Clara informará a la emprendedora sobre la viabilidad de la demanda por correo electrónico o teléfono.

González Velázquez ha sido blanco de la represión en su municipio, desde que el 23 de septiembre una veintena de personas enviaran la petición formal a las autoridades para realizar la marcha pública.

Como promotora de la Marcha Cívica por el Cambio en Santa Clara fue víctima de un acto de repudio el pasado 15 de octubre.

En esa ocasión, González Velázquez, contó que “excepto por dos o tres vecinos (que respeto y quiero mucho, aunque me duela su ceguera), el barrio prefirió alejárseles y reírse de ellos en la distancia, poner música para dejar de escuchar la gastada 'Hora de gritar Revolución', proponerme una bandera cubana gigante para que la colgara en el portal de mi casa”.

El régimen tuvo que recurrir a la movilización de estudiantes para desplegar el acto de repudio. La joven publicó videos del suceso en los que se ve a estudiantes uniformados, banderas cubanas e imágenes de propaganda sobre figuras de la historia nacional y a individuos vestidos de civil, en actitud vigilante, sobre motos como las utilizadas por la Seguridad del Estado en sus operativos.

Un día antes la emprendedora había anunciado el cierre de su negocio Café Amarillo B&B hasta que “en Cuba sean respetados los derechos a pensar y a decir de todos”.


 

 

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