Este domingo, en el Día internacional de la mujer, ADN Cuba se lanzó a preguntar en Santiago a varias mujeres su opinión sobre la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), la única organización permitida en Cuba para que las represente.
La breve encuesta y minientrevistas arrojaron que existen opiniones encontradas sobre la organización, aunque con relativa preponderancia hacia la imagen de que es una entidad poco funcional, inoperativa e inútil.
Pocas veces deja pasar el 8 de marzo por alto, puesto que las declarantes afirman que “siempre se hace una actividad en el CDR por el 8 de marzo”. “Se lee algún poema, se entrega algún diploma y poco más. Compartimos como mujer y como madre, compartimos palabras”.
“Siempre se festeja la fecha, tanto en el CDR como en la escuela”, afirmó otra entrevistada. “Se hace actividad, ponemos un plato y ahí intercambiamos opiniones con las demás compañeras. Una fiestecita siempre se hace, no se puede pasar por alto”.
Sin embargo, la FMC ya no tiene el ímpetu o vigor de antaño, cuando se preocupaba por el bienestar de todas sus agremiadas, al menos tal cual lo entiende el gobierno cubano, que es que no falten oportunidades de trabajo o estudio, sin importar su verdadero bienestar familiar y social.
De hecho, ninguna de las entrevistadas pensó en hablar de feminicidios, violencia de género y otros grandes temas que preocupan a los colectivos feministas y que la FMC y el régimen del que forma parte prefieren obviar.
Una anciana vendedora de maní, que a juzgar por sus opiniones fue “cuadro” o miembro de alguna dependencia de la organización, argumentó que “la Federación no está haciendo el trabajo, con la juventud principalmente”. “Antes teníamos que ayudar a las compañeras, dar charlas, ayudarlas a mejorar su condición. Apoyarlas, sobre todo cuando la familia falla, pero ya no veo que se haga”, lamentó.
Por último, otra santiaguera joven consideró que la Federación “sólo viene a pedir los tres pesos, no a más nada, no te sirve para nada. No te dan carta para los trabajos ni ayuda. Si no das los tres pesos no eres revolucionaria, y ahí empieza todo”.
“Le puedes explicar tus problemas y deben buscar una manera de ayudarte. Lo económico lo debe hacer uno mismo, como pueda, pero en lo demás tampoco ayuda”, concluyó.
Y así, lo que pretendió ser una gran organización defensora de las mujeres, parece haber devenido en una entidad inoperante y poco representativa de los intereses y demandas de la población femenina. Lógicamente, para el discurso oficial Cuba y sus féminas tuvieron mucho que celebrar este 8 de marzo, pero la realidad, al menos de muchas de las entrevistadas en Santiago, dista mucho de ello.