El reconocido meteorólogo cubano, José Rubiera, se quejó este martes de haber sufrido maltrato en una cola para comprar combustible para su carro.
Específicamente el incidente tuvo lugar en el Servicentro Tángana de La Habana, cuando después de una hora haciendo fila, la compañera cierra "porque no ha almorzado y tiene que ir a comer".
Eran las 7 de la noche.
"Eso es comprensible y no le echo la culpa para nada a ella, pero.....la Administración...¿Por qué no previó un relevo o sustituto para la Cra. en momentos tan delicados?...", concluyó Rubiera.
Desde enero pasado, ADN Cuba informó que las colas de la llamada "coyuntura", anunciada en septiembre de 2019 por Miguel Díaz-Canel, volvieron.
El 10 de febrero La Habana se despertó con filas enormes de automóviles a la espera de comprar combustible, al parecer, desaparecido.
Las imágenes publicadas por Patrick Oppmann, corresponsal de CNN en La Habana, muestran las colas en las cercanías de las gasolineras, como ya se ha hecho habitual, no sólo en La Habana.
Por otra parte, el 8 de febrero, un reporte de Radio Coco, emisora de la capital cubana, orgullosamente exponía que en La Habana Vieja "aún se mantienen y fortalecen las medidas aplicadas durante el mes de septiembre, cuando el país se vio obligado a disminuir el consumo de combustible".
En concreto, estaban movilizando a los inspectores de tránsito para que detuvieran a los autos con chapa estatal para cargar personas en las estaciones de ómnibus, práctica conocida en la capital, pero que por “la coyuntura”, cobró vigor.
Ese mismo día, publicaciones en Facebook del usuario Héctor C S R enseñaron lo difícil que resultó para muchos adquirir gasolina en el Cupet de La Shell, en Guanabacoa. A juzgar por sus comentarios, fotos y hasta un video, la estabilidad en el suministro de combustibles está lejos de llegar a la isla, siempre dependiente de amigos foráneos y no de sus propios esfuerzos productivos.