El General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Partido Comunista, asistió ayer a la ceremonia de honores militares al General de División Efigenio Ameijeiras Delgado, fallecido el pasado domingo en La Habana a la edad de 88 años.
Al Panteón de los Veteranos de la Necrópolis de Colón, donde se le rindió homenaje póstumo, llegaron familiares, amigos, compañeros de lucha y combatientes de las FAR y el Ministerio del Interior. José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del Comité Central del PCC, evocó la historia combativa de los hermanos Ameijeiras, dos de los cuales fallecieron en la lucha contra Batista.
Al inicio de la ceremonia Castro y Machado, acompañados del General de Cuerpo de Ejército Leopoldo Cintra Frías, miembro del Buró Político y ministro de las FAR, y el General de División (r) Samuel Rodiles Planas encabezaron la última guardia de honor al revolucionario.
Ofrendas florales de Raúl y el presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, resguardaron la urna cineraria de quien ostentase el título de Héroe de la República de Cuba.
Expedicionario del yate Granma, Efigenio integró el núcleo inicial del Ejército Rebelde en la Sierra Maestra, donde participó de manera destacada en importantes acciones combativas y fue ascendido al grado de Comandante en 1958.
Al triunfo de la Revolución fue designado jefe de la naciente Policía Nacional Revolucionaria, institución vital para mantener el nuevo orden social, aunque poco después fue cesado por su afición a la "dulce vida" (buenas mujeres, casas y carros, y otros "lujos").
Durante su trayectoria militar ocupó importantes responsabilidades y formó parte del contingente militar de cubanos que combatieron en Argelia y Angola.
También se licenció en Historia en la Universidad de La Habana, además de escribir varias obras testimoniales, de poesía y de ficción.
El deceso de Ameijeiras fue dado a conocer en medios oficiales durante el mediodía de este lunes, cuando ya la noticia se había difundido en varios medios digitales con sede fuera de la isla.
En los últimos días se ha recordado que estuvo vigilado de cerca por la Contrainteligencia castrista, y permaneció sin actividad pública hasta que Raúl Castro lo sacó del anonimato, lo ascendió a General de División y fue condecorado como Héroe de la República de Cuba.
En septiembre de 2010 le tocó vivir el suicidio de su hija mayor Diana Ameijeiras Masaira, que a los 49 años, se lanzó de un céntrico edificio habanero.