Pese a las sanciones de Estados Unidos para detener el flujo de petróleo venezolano a Cuba, los gobiernos de Venezuela y la isla decidieron revalidar los convenios de cooperación petrolera que iniciaron 20 años atrás.
Esté sábado el órgano oficial del único partido permitido en Cuba, el diario Granma, informó que ambas naciones “evaluaron los desafíos de la cooperación bilateral durante este 2020 en el sector del petróleo y las finanzas”, y decidieron mantener “el intercambio de suministro petrolero por servicios”.
Citando al ministro del Petróleo de Venezuela, Manuel Quevedo, el referido medio afirmó que está disponible actualmente el esquema de financiamiento para continuar con el plan de trabajo de la cooperación bilateral, que desde el año 2000 contempla la provisión de Venezuela a Cuba de bienes.
Éstos “comprenden asistencia y asesorías técnicas de entes públicos y privados, así como derivados de petróleo”, y están enmarcados en el Convenio Integral Cuba-Venezuela que suscribieron en Caracas el 30 octubre del 2000 los entonces jefes de Estado de Cuba y Venezuela, Fidel Castro y Hugo Chávez, respectivamente.
Ambos ya extintos, Castro y Chávez “se comprometieron a elaborar de común acuerdo, programas y proyectos de cooperación en distintas áreas”, recordó el Granma, que además destacó las palabras del viceministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera de Cuba, Roberto López, quien en el encuentro reiteró que el “bloqueo económico” no es impuesto a las empresas, sino a los pueblos”, al tiempo que alabó los logros obtenidos en el marco de la colaboración bilateral.
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En 2019, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dispuso un conjunto de medidas encaminadas a frenar el suministro de crudo venezolano a la mayor de las Antillas. Aunque éste no se detuvo, dada la reticencia de ambos regímenes caribeños, Cuba atravesó un período de crisis por la falta de combustible que el régimen eufemísticamente llamó “coyuntura”.
Si bien lo peor de ésta parece haber pasado, los cubanos al interior de la isla creen que puede repetirse con mayor fuerza en 2020, dado que cada vez el régimen venezolano de Nicolás Maduro es más frágil.
