El líder opositor cubano José Daniel Ferrer García, coordinador general de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), cumple este jueves 100 días en cárceles del régimen comunista, que lo acusa de agredir a otro ciudadano para enmascarar el verdadero motivo de su arresto: oponerse pacíficamente en un país sin garantías legales para hacerlo.
“Durante 100 días, el régimen lo ha detenido y maltratado severamente porque su trabajo para promover los Derechos Humanos y libertades fundamentales desafía la represión del régimen (…), escribió en Twitter la sección de derechos humanos del Departamento de Estado de los Estados Unidos.
Ferrer fue detenido junto a otros miembros de la organización opositora que él dirige, el 1ero de octubre de 2019, tras incitar y protagonizar en septiembre una acción de protesta pública en honor a la Virgen de la Caridad del Cobre (patrona de Cuba).
La manifestación consistió simplemente en salir a las calles con un girasol amarillo en las manos; pero las autoridades reprimieron a quienes se sumaron al gesto, haciendo alardes de su poder absoluto sobre todos los aspectos de la vida de los cubanos.
El arresto inicialmente se reportó como una desaparición forzosa porque los agentes del régimen se negaban a ofrecer a la familia y allegados de Ferrer información sobre su paradero y estado de salud, y tampoco le permitían el acceso a un abogado. El disidente estuvo más de 30 días incomunicado.
Su esposa, Nelva Ortega, pudo verlo poco después gracias a que el Comité contra las Desapariciones Forzadas de Naciones Unidas (ONU), exigió al Estado cubano “aclarar de inmediato la suerte y el paradero del líder opositor”. Tras una visita de pocos minutos, Ortega denunció que Ferrer mostraba signos de tortura física, y dijo que el opositor contó que en la celda le habían colocado un delincuente que amenazaba con asesinarlo por órdenes de la Seguridad del Estado.
Lea también
Desde su arresto varios entes internacionales como Amnistía Internacional, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el Parlamento Europeo, y el gobierno de los Estados Unidos, han reclamado a Cuba para que libere al opositor, pues a todas luces es juicio que preparan en su contra está amañado y carece de garantías para el debido proceso.
De hecho Amnistía Internacional solicitó formalmente al presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, asistir al juicio de Ferrer, sin que hasta el momento se tenga noticias de alguna respuesta, o siquiera de la fecha en que se desarrollará el supuesto juicio.
Las autoridades del régimen han usado todos los medios a su alcance, desde las relaciones diplomáticas hasta el control absoluto que ejercen sobre los medios de comunicación, para mostrar a un Ferrer culpable de violencia y de ser un “asalariado del imperialismo [norteamericano]”.
Un video transmitido por la Televisión cubana mostró escenas dudosas y de muy baja calidad en que se ve al opositor autolesionándose, y testimonios de presuntas víctimas sacados de redes sociales. Asimismo mostraron en público imágenes de los hijos menores de Ferrer sin el consentimiento de sus padres.
Lea también
El Parlamento Europeo, por su parte, aprobó por mayoría una resolución a finales de noviembre que exige a Cuba liberar a Ferrer y respetar los Derechos Humanos en La Isla, o de lo contrario estaría en riesgo el Acuerdo de Cooperación y Diálogo entre el bloque y Cuba, algo importante para Cuba en materia económica y política.
El gobierno norteamericano exige cada día, a través de las redes sociales de su representación diplomática en La Habana, la libertad del opositor.
Sin embargo, los días siguen pasando, y ha llegado hoy el número 100 sin que se vislumbre un futuro claro para la situación.
La organización Cuba Decide, con sede en el exilio y aliada de la UNPACU, ha lanzado recientemente una campaña por la libertad de José Daniel Ferrer, bajo el eslogan “100 días 100 voces”.