Lázaro Ortega Borrell, un enfermero cubano de 42 años que trabajaba en el Hospital Universitario de las Indias Occidentales, en Jamaica, fue asesinado este fin de semana por asaltantes que lo apuñalaron en su casa, reportaron medios locales.
La víctima vivía en Vineyard Town, St. Andrew, y fue asesinado el sábado 21 de diciembre, poco antes de las 7:00 pm.
De acuerdo con un reporte de la prensa jamaicana, el hecho se inscribe como parte de una reciente ola de crímenes que afecta a esa nación. En las 72 horas previas a la muerte del cubano, por ejemplo, las autoridades contabilizaron 18 asesinatos; y el propio día 21, la policía registró otros cinco asesinatos además del que cobró la vida de Ortega Borrell.
En total, Jamaica ha registrado más de 1 300 asesinatos en 2019, indica la información.
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La historia de los médicos cubanos se ha convertido en una tragedia en los últimos años. Muchos son enviados a “misiones” gubernamentales, y luego el régimen de La Habana se queda con la mayor parte de sus salarios. Otros se marchan por su cuenta a la aventura de la emigración.
En la búsqueda de mejores condiciones de vida, algunos pierden la vida.
Julio Oliva Vargas, por ejemplo, fue encontrado muerto en un baño del hospital donde trabajaba en Ecuador. Oliva era especialista en anestesiología y trabajaba en el hospital Marco Vinicio Iza, de Lago Agrio, desde hacía aproximadamente 3 años. Al momento de su fallecimiento tenía 36 años.
En agosto se reportó la muerte de la doctora cubana Odalys Barrios Diego, que se encontraba de misión médica en Belice.
El Dr. Juan Manuel Obana, por ejemplo, murió el 11 de septiembre de 2019 en un baño del aeropuerto Charles de Gaulle, de París, luego de ser expulsado de la Brigada Médica Cubana en Mauritania.
Por otra parte, los doctores Landy Rodríguez y Assel Herrera en Kenia fueron secuestrados este año en Kenia. Rodríguez y Herrera fueron trasladados a Somalia por yihadistas de Al Shabbab. Desde entonces se desconoce en qué estado físico se encuentran, y el gobierno cubano solo ha emitido un par de tímidos pronunciamientos.
