El gobierno cubano negó los rumores y versiones que en días recientes sugerían un cambio inmediato al alza para 2020 de la tasa de convertibilidad del dólar respecto al peso cubano, actualmente, y desde hace años, fijada en uno por 25.
Según dichas versiones, el cambio supondría un amento de un 100 por ciento y fijaría la tasa de conversión en un dólar por 50 pesos cubanos. Lógicamente, en un contexto de poca disponibilidad de divisas en manos de la mayor parte de la población y de una devaluación evidente del CUC en el mercado informal, ante la iniciativa gubernamental de tiendas especiales en las que sólo se paga con monedas duras y el arrecio de la prohibición de sacar o entrar CUC al país, el rumor causó mucha preocupación e indignación entre todos aquellos que lo escucharon.
Sin embargo, el ministro cubano de Economía, Alejandro Gil, desmintió las versiones sobre el supuesto cambio inminente. En declaraciones a la agencia Prensa Latina, Gil negó que el gobierno fuese a emprender dicho aumento en la tasa de cambio y también negó que el ordenamiento monetario que se estudia, y al que se refirió recientemente el presidente Miguel Díaz-Canel, vaya a entrar en vigencia tan pronto como el 1 de enero.
Este sábado, en su discurso ante la Asamblea Nacional del Poder Popular, Díaz-Canel resaltó una vez más la necesidad e importancia de terminar el ordenamiento monetario nacional, como consecuencia del cual debe desaparecer la dualidad monetaria y facilitarse el impulso de la economía, sumamente mermada y con un crecimiento casi nulo este 2019.
De acuerdo con lo dicho por el mandatario en la clausura del cuarto período ordinario de sesiones de la IX Legislatura de la Asamblea, el pretendido Parlamento del sistema político cubano, el proyecto sobre el ordenamiento monetario está en una “fase avanzada de estudio y aprobación”.
“Este proceso no es un canje de moneda y por tanto ratifico que garantizaremos los depósitos bancarios y el efectivo en manos de la población”, aseguró Díaz-Canel, tal y como refiere Prensa Latina.
Pese a esas garantías, las difíciles condiciones económicas de la vida cotidiana en la isla hacen que los cubanos se preocupen ante el más mínimo rumor, siempre con aquel dicho de la sabiduría popular que reza que “cuando el río suena” …
Por lo pronto, habrá que esperar al venidero año y a la terminación del estudio para ver cómo queda el peso cubano en el nuevo ordenamiento monetario.