El pasado 1 de octubre fue detenido el expreso de conciencia y coordinador de la plataforma Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), José Daniel Ferrer.
Incomunicado, sin abogado, sin poder hacerle llegar medicinas, el disidente, miembro del Grupo de los 75, estuvo 35 días en paradero desconocido hasta que la presión internacional logró que su esposa, Nelva Ortega, pudiera verle el pasado 7 de noviembre.
Después de la breve entrevista, Ortega denunció a diversos medios que su marido parecía un anciano: había perdido la mitad de su peso, tenía hematomas por todo el cuerpo, la visión dañada. Obligado a convivir en una celda con otro preso, adoctrinado por los carceleros para pegar palizas al disidente e incluso quitarle la vida si se cansaba de él, Ferrer sigue aferrado a su lema de "libertad, dignidad o muerte", sin saber exactamente de qué se le acusa. Mientras tanto, su familia pide ayuda a la comunidad internacional para que presione al régimen y el disidente no pierda la vida, víctima de las torturas o de un asesinato en la cárcel.
Hace unos días esa presión aumentaba: el viernes el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, hacia un nuevo llamamiento al Gobierno cubano pidiendo la liberación de Ferrer y de otros tres activistas –Roilán Zárraga, José Pupo y Fernando González–. Al mismo tiempo que reclamaba a la dictadura de la isla que "debe respetar los derechos de tod@s quienes piensan distinto y dejar de reprimir, desaparecer, encarcelar y torturar a los disidentes".
La OEA no ha sido la única en alzar la voz en defensa de Ferrer durantre los casi 50 días que dura el cautiverio del disidente. También lo ha hecho la Comisión de Desapariciones Forzadas de la ONU, el Departamento de Estado de EEUU, además de varias ONGs, como Aministía Internacional, Freedom House y Prisoners Defenders.
Para contrarrestar esta presión internacional en apoyo de José Daniel Ferrer, también se ha intensificado la campaña de descrédito contra el coordinador de UNPACU en redes sociales y blogs, acusándole de ser el líder de una banda o un delicuente común –el pretexto bajo el que lo quiere encarcelar el régimen frabricando pruebas falsas, como algunos testigos han revelado–. En esta campaña de descrédito es que también estaría participando en ella personal diplomático del propio Gobierno del presidente Miguel Díaz-Canel.
Así se desprende de un comunicado remitido la semana pasada por Prisoners Defenders (PD), ONG que ha denunciado al regimen cubano ante la Corte Penal Internacional (CPI) por la esclavización de sus profesionales en las misiones internacionales –especialmente los médicos– y ante las ONU por las expatriaciones forzosas de disidentes. En el texto, PD se refiere a la presunta intención del Gobierno cubano de engañar a la Unión Europea con pruebas falsas sobre el activista, justificando su detención. Así, la ONG asegura haber conocido de "primera mano" que diplomáticos europeos han tenido sesiones con la Embajadora de Cuba en Bruselas y esta les habría enseñado "un vídeo donde Ferrer aparece como un torturador horrible". Según las fuentes de la ONG, la zafiedad del vídeo, que los propios diplomáticos llegan a calificar de "burdo y ridículo montaje", dio vegüenza ajena a los participantes, que salieron de la reunión "con una indignación aún mayor que con la que entraron para pedir que liberasen a Ferrer".
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No es la primera vez que el régimen cubano intenta silenciar con falsas excusas la preocupación de eurodiputados de la Unión Europea por la situación de los derechos humanos en Cuba, y en particular por la situación de José Daniel Ferrer. Lo que al parecer podría haber contribuido a que esta haya dilatado un pronunciamiento oficial sobre este caso, frente a otros organismos que sí lo han hecho con rapidez y rotundidad.
El diario español ABC se puso en contacto con la Vicepresidenta del Parlamento Europeo encargada de América Latina, Dita Charanzová, y eurodiputada por el grupo liberal Renew Europe, para preguntarle por qué hasta ahora la UE no se había posicionado públicamente sobre este caso. "No puedo hablar en nombre de la Unión Europea, pero sé que la oficina de la Alta Representante y el Embajador de la UE en la Habana están en contacto con el Gobierno cubano sobre este asunto", explicó la funcionaria una entrevista por correo electrónico el pasado viernes, en la que recuerda que la Unión Europea "firmó el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación con Cuba en 2016, y como todos los acuerdos que tiene la Unión Europea, tiene una cláusula democrática, es decir, una provisión para suspender un acuerdo en caso de violaciones de derechos humanos como último recurso. Creo –puntualiza– que debemos utilizar nuestro Acuerdo con Cuba, no solo como canal de diálogo, pero también si fuese necesario como instrumento de presión".
Algunos eurodiputados remitieron una carta el pasado 25 de octubre a la embajadora de Cuba en Bruselas, Norma Goicochea Estenoz, pidiendo aclaraciones "sobre el paradero del señor José Daniel Ferrer García". En ella se le recuerda que las circunstancias de la detención del activista, sin derecho a atención médica y sin conocer los motivos de su arresto, "es contraria a lo previsto en los artículos 1(5) y 22 del Acuerdo de Diálogo, Político y de Cooperación entre la UE y sus Estados miembros y la República de Cuba, sobre Democracia y derechos humanos". Y se la conmina a que ante la inexistencia de cargos contra Ferrer, "se le ponga en libertad", además de garantizarle acceso a un abogado y a su familia (en aquel momento esta llevaba más de 20 días sin conocer su paradero). Finalmente, le exige acceso inmediato a un examen médico. La misiva fue firmada, entre otros, por los eurodiputados Javier Nart, de Renew Europe; Leopoldo López Gil (padre del líder opositor venezolano), del grupo Popular Europeo; y Hermann Tertsch, de los Conservadores y Reformistas Europeos.
En su entrevista con ABC Charanzová subraya que, si bien prefiere no hablar en nombre de todo el grupo Renew Europe, este siempre ha sido muy activo sobre la cuestión de derechos humanos en Cuba. "La necesidad de poder observar claros avances en relación a los derechos humanos en Cuba fue una condición concreta para el apoyo de nuestro grupo al Acuerdo con Cuba -señala-. Conociendo a mis compañeros, me imagino que estarán de acuerdo conmigo en decir que la situación de José Daniel Ferrer es muy grave. No se puede detener a alguien sin que se conozcan las razones para privarle de su libertad. Y las informaciones que recibimos sobre sus condiciones en la cárcel son muy preocupantes», alerta.
La vicepresidenta del Parlamento Europeo encargada de América Latina conoce personalmente al activista cubano, una de las voces más críticas contra el régimen cubano y con mayor eco internacional. "Conocí a José Daniel Ferrer en persona cuando él y Manuel Cuesta Morua fueron panelistas en un evento que organicé en 2016 sobre la sociedad civil en Cuba en el Parlamento Europeo. Mi impresión personal es que es un hombre admirable, dedicado a la libertad y a mejorar las condiciones de vida en su país".
Reconoce que la situación del activista la ha llevado a reunirse con la embajadora de Cuba en Bruselas hace dos semanas. "Tuve un encuentro con ella para transmitirle mi gran preocupación y pedir información sobre el caso de Ferrer. Me aseguró que tendríamos una respuesta al respecto cuanto antes, pero que tenía que esperar a la respuesta oficial del Gobierno cubano al mecanismo del Consejo de Derechos Humanos".
Insiste en que durante ese encuentro explicó "claramente nuestra preocupación. Me extraña, y se lo dejé claro, que se tarde más de un mes en informar sobre los motivos de su detención y los cargos contra él. En el Acuerdo UE-Cuba, Cuba se comprometió a “respetar y hacer valer plenamente la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y promover y proteger los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales de todas las personas”. Charanzová se muestra tajante al afirma que, "lamentablemente, en mi opinión, lo que está sucediendo con Ferrer hasta el momento vulnera este compromiso del acuerdo".