Cubacitas, una iniciativa privada que promete

Este "Tinder a la cubana", optimizado para el alto coste de la conexión y los datos en la isla, tiene ya tres mil usuarios.
Un Tinder a la cubana
 

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Cuba es el mayor destino "sol y playa" del Caribe. Junto al deseo de conocer la isla, también se suman las ganas de compartir con su gente, de conocer directamente a los cubanos, de lograr una cita.

Hay un proyecto que trabaja para ayudar a que esa aspiración se haga realidad. Diana Alonso y Enrique Colina son dos de los jóvenes que en Cuba hacen posible que funcione Cubacitas.

“Hace apenas unos meses que salió la versión Beta, pero ya se ha demostrado que es una aplicación funcional, que encontró un nicho sólido y ávido de una propuesta como esta”, dijo Enrique.

Raúl Reyes es una de las cabezas pensantes que pusieron a funcionar el proyecto. Aunque no vive en Cuba –aclara Enrique-, "tiene una relación muy cercana con nuestro país: es un trabajador importante de una de las compañías de recarga móvil”.

En el mundo de las comunicaciones y las redes sociales, Cuba es un terreno virgen: aún faltan muchas cosas por hacer, por construir.

“Cubacitas te permite encontrar una pareja, tener un romance, conocer a un amigo, pero el verdadero objetivo es que se pueda convertir en una experiencia. Lo anterior se puede tener en cualquier lugar, pero Cubacitas tiene que ser más que eso, tiene que ser la experiencia”, dice con orgullo este joven, que además de ser parte del equipo, también se dedica a la realización audiovisual.

Claro que Cubacitas no es la primera aplicación para citas. Uno de sus referentes fue Tinder, por esa razón la interfaz  tiene mucho que ver con estas aplicaciones ya establecidas. Un perfil, una foto, los datos personales. Cualquier usuario puede ver el perfil de otro pero no puede interactuar sin que este haya dado el permiso para hacerlo. Esto es un requisito a nivel internacional, estas normas son usadas para evitar el acoso sexual.  

Pero ya está demostrado que Cubacitas funciona: más de tres mil usuarios hacen uso de esta aplicación, la mayoría desde Cuba.

“Fue una aplicación pensada especialmente para Cuba, eso quiere decir que el consumo de Datos Móviles está optimizado para los clientes de Etecsa, que al final son los que tienen que pagar para usar el servicio. Ese detalle pudiera ser un determinante de por qué los cubanos no han usado en demasía las otras aplicaciones referentes al convenio de citas”.

Una aplicación como esta demuestra además la alianza que se ha logrado en el mundo del emprendimiento en nuestro país. Cubacitas tiene como valor añadido que se puede reservar taxis con Cuber, y además reservar una cena con A la mesa, más otros detalles que pronto se develarán y que seguro atraerán a más usuarios.

“No queremos en ningún momento que se confunda la funcionalidad de una aplicación como Cubacitas con otra para difundir el proxenetismo. Aunque es imposible negar u ocultar que en Cuba hay un estigma, principalmente para los europeos, como destino de turismo sexual”.

“No existe forma de regularlo -añade-, eso existe y es algo con lo que hay que vivir, no hay manera de filtrar quien viene a una cosa y quien viene a otra, porque nadie va a permitir que se analicen las conversaciones privadas que hay por mensajería”.

Sus creadores ante un pensamiento como este refieren que lo único que queda es una lectura de derechos por parte de los usuarios, de que son completamente responsables de la interacción que tienen. Y que la aplicación en caso de que haya cualquier problema tiene la potestad de demandar.

“Cubacitas pone como límite inferior de edad 18 años. Por lo tanto, cualquier persona que se inscriba tiene que poner un rango de edad. Y si se inscribe un menor de edad alegando que tiene 18, ya eso es responsabilidad de los padres”.

El colectivo que hace posible que funcione una propuesta como esta son jóvenes, orgullosos además de ser los pioneros ahora mismo en Cuba, en lanzar una aplicación como esta, con un público establecido en todo el país.  

 

 

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