El joven cubano Yerandi Valdés Ruiz denunció este 28 de abril acoso de la Seguridad del Estado por haber participado en un cacerolazo en su provincia, Pinar del Río, este mes.
En su video, grabado desde el interior de su casa y compartido en Twitter, se ven varios autos Lada, frecuentemente usados por la Seguridad del Estado, así como patrullas policiales y hasta vehículos de tropas especiales rodeando la vivienda.
Según Valdés, los agentes fuera de su hogar esperan “una orden de arresto”. “La policía, la Seguridad del Estado y el DTI, no dejan de molestarme, no dejan de joder”, agregó el joven.
Las protestas en Cuba se han incrementado a raíz de los continuos apagones que afectan a la población, como lo evidencian varias acciones de este tipo en los últimos meses.
El 15 de julio, en el municipio pinareño Los Palacios, un grupo de ciudadanos salió a las calles coreando consignas antigubernamentales y haciendo sonar calderos durante un corte prolongado de corriente eléctrica.
Tras la fuerte protesta contra el régimen se confirmó la interrupción del tráfico de Internet a nivel nacional, por lo que no pudo seguirse en directo el desarrollo de los acontecimientos.
Usuarios de redes sociales y medios independientes reportaron el 22 de julio protestas en localidades de Matanzas y Villa Clara. Se documentaron en imágenes las protestas en el consejo popular “Central Australia”, en el municipio Jagüey Grande (Matanzas); así como de la ocurrida en la ciudad de Caibarién, en Villa Clara.
El régimen cubano no muestra capacidad de resolver a corto plazo la crisis de generación de electricidad, luego de años sin hacer inversiones importantes en las centrales termoeléctricas del país.
La semana pasada, el ministro de Energía y Minas, Liván Arronte, dijo en la televisión oficial que “en el mes de junio se trazó una estrategia para cubrir la demanda en los meses de verano”, pero que el reciente incendio en la termoeléctrica de Felton, en Holguín, dio al traste con esos planes, y que esta situación “no tiene solución” a corto plazo.
Para resolver el problema se requieren “materiales de importación y su fabricación en el país", aseguró Arronte. Además, “las reservas de operación son insuficientes para cubrir la demanda del sistema” y ello es la causa de los apagones.
Según el funcionario, las reparaciones que se necesitan demorarán “más de un año”, lo que implica que los apagones no van a cesar durante el verano, ni durante lo que resta del 2022.