El historiador, activista e investigador social católico Leonardo Fernández Otaño publicó en redes sociales la carta que escribió al papa Francisco poco después de las manifestaciones del verano pasado en Cuba, pidiendo que el líder religioso intercediera por los detenidos.
“Ojalá alguien nos ayude a detener esta injusticia donde se está enjuiciado a menores de edad”, dijo este jueves, al revelar en Facebook el contenido del documento.
En la misiva, fechada el 16 de julio de 2021, Fernández Otaño recordó a Francisco que él fue quien le habló en nombre de los jóvenes cubanos durante la visita papal a Cuba (2015). “Hoy le escribo realmente desesperado”.
Comunicó a Francisco que, tras las protestas antigubernamentales del 11 y 12 de julio “varios laicos católicos y cientos de ciudadanos permanecen en las cárceles cubanas detenidos (…) por ejercer su derecho constitucional a la manifestación pacífica”.
“Somos buenos chicos, hemos tenido que cargar con la cruz de los insultos, los golpes, las celdas de aislamientos y el temor de nuestros padres”, denunció Fernández Otaño, quien fue arrestado con violencia cuando demandaba frente a la televisión estatal una cobertura veraz de los hechos históricos que estaban desarrollándose.
“El pasado 11 de julio Cuba dijo basta al autoritarismo de estado, no tenemos comida, nos vende los objetos básicos en euros y a precios europeos, por tener un criterio diferente nos pueden golpear, expulsar de nuestros trabajos o difamar en la televisión pública”, explicó al papa.
Denunció que “en Cuba hoy la represión esta al orden del día, en todas sus expresiones posibles”. Advirtió al sumo pontífice que en la isla “perdemos la fe, necesitamos su ayuda, una paternal palabra suya puede ser la salvación de cientos de jóvenes que terminarán en las cárceles cubanas”.
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Fernández Otaño encontró en su celda a un menor de edad. “Por defenderlo fui a una celda de aislamiento, tanta crueldad sobre un adolescente de 17 años le puede fastidiar la vida”, contó a Francisco.
“Créame que le escribo como un hijo desesperado al tierno abuelo, pidiéndole su ayuda, por caridad Pedro no nos abandone. Luego puede ser tarde, pues una cárcel implica el sufrimiento para ciento de familias y jóvenes que perderán toda su esperanza”, suplicó el joven católico al papa.
El pasado 28 de diciembre Leonardo Fernández Otaño también se dirigió públicamente a otro conocido religioso, el fraile y teólogo brasileño Frei Betto, para criticar su defensa del castrismo en la prensa oficial de la isla, donde llegó a escribir que en Cuba “no hay hambre”.
“En esta tierra hay hambre y el régimen que usted defiende mantiene en condición de prisioneros políticos a cientos de jóvenes porque el 11 de julio pidieron alimentos, medicinas y libertad”, afirmó Fernández Otaño en una carta abierta que difundió en redes sociales.
“Sepa usted [Frei Betto] que en este archipiélago hay seres humanos que hacen largas colas para poder comprar carne u otro alimento para su familia, no hablemos de la ropa o los zapatos, pues son un lujo y no una necesidad en medio de este viacrucis que vivimos”.
Como cristiano, pidió al fraile y exministro de Cultura de Lula da Silva que siguiera los dictados de la Teología de la Liberación, de la que el intelectual brasileño es un conocido defensor, y se pusiera del lado de los pobres, no de “estados totalitarios”.