La embajada de Estados Unidos en La Habana condenó este 16 de noviembre la represión desatada por el régimen cubano contra opositores políticos, quienes pretendían protestar la víspera contra el gobierno.
“La represión de las protestas pacíficas del 15N es una oportunidad desperdiciada para escuchar las preocupaciones y aspiraciones del pueblo cubano. El gobierno debe permitir a los cubanos su derecho a la libertad de expresión, de reunión pacífica y de asociación”, declaró la cuenta de la sede diplomático en Twitter.
Por su parte, Ned Price, portavoz del Departamento de Estado, aseguró este martes que “el régimen cubano volvió a bloquear las voces del pueblo cubano en lugar de escucharlo, renunciando a oportunidades de diálogo y cambio positivo para el futuro de Cuba”.
Además, dijo que Estados Unidos se suma a la comunidad internacional en la condena de las detenciones masivas de manifestantes, exige su liberación y apoya el deseo del pueblo cubano de determinar su propio futuro.
Con la manifestación pacífica, los cubanos buscaban pedir a su gobierno que respete sus libertades fundamentales y atienda sus necesidades, pero no fueron escuchados, subrayó Price.
La organización de asesoramiento legal Cubalex compendia decenas de arrestos asociados a la Marcha, que había sido adelantada para el 15 de noviembre luego de que el régimen declarara el 20, primera fecha seleccionada, día de la defensa y anunciara la movilización de fuerzas militares.
Las autoridades vinculan a los promotores con “cabecillas contrarrevolucionarios” de instituciones y congresistas del vecino país que buscan un “cambio de régimen” y una “intervención militar”.
Convocada por el grupo Archipiélago, la Marcha Cívica por el Cambio reunió a miles de ciudadanos en un intento frustrado con el objetivo de pedir más libertades y participación política, la liberación de todos los presos de conciencia y un clima general de tolerancia.
Desde el fin de semana fuerzas de la Policía y la Seguridad del Estado cercaron las casas de los activistas relacionados con la protesta, entre ellos el dramaturgo Yunior García, reconocido como principal promotor.
El 14 de noviembre, el artista sufrió un “acto de repudio”, nombre con el que se conoce en la isla a los pogromos contra opositores.