Autoridades del régimen en La Habana anunciaron este miércoles la reapertura de playas, instalaciones deportivas y el malecón de la capital de Cuba, cuando todavía se vive la peor ola pandémica desde la llegada de la COVID-19 a la isla.
El Grupo Temporal de Trabajo (GTT) para el enfrentamiento a la COVID-19 en la provincia, “tras una consulta previa con su homólogo nacional”, anunció la flexibilización de medidas restrictivas en los ámbitos de la recreación y la práctica de actividades deportivas, informó el periódico oficial Tribuna de La Habana.
Según las autoridades, la decisión se tomó “teniendo en cuenta el descenso sostenido de los casos confirmados con la enfermedad en los últimas ocho semanas y el avance de la campaña de vacunación”.
El medio estatal Alma Mater amplió que “se autoriza la apertura de playas y piscinas, estas últimas al 50 % de su capacidad. Con uso obligatorio del nasobuco [mascarilla sanitaria], excepto cuando los bañistas se internen en el agua”.
También se autoriza la estancia en las áreas del Malecón. Advirtieron que “no se habilitarán ómnibus de refuerzo en el caso de las playas, debido a la situación económica”.
Según Alma Mater, desde este miércoles “se podrán realizar ejercicios físicos en la vía pública y en los gimnasios, incluyendo los locales que tienen ventilación artificial”.
Los gimnasios cerrados “deberán cumplir con el distanciamiento físico y la desinfección de los equipos cada vez que se usen, lo cual será verificado por los órganos provinciales de inspección y control”.
Según explicó el jueves de la semana pasada la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, en La Habana y Matanzas se restablecen los servicios gastronómicos en su modalidad a la mesa, en barra y mostrador, tanto en el sector estatal como en el privado, siempre que cumplan los requisitos de ventilación.
Estos establecimientos pueden abrir hasta las 9:30 pm y y el toque de queda comienza a las 10:30 pm.
“Actuando con responsabilidad podremos ir dando pasos para ir recuperando lo que hemos perdido: compartir, hacer actividades sociales y [superar] las afectaciones psicológicas y económicas”, agregó Díaz Velázquez.
En La Habana seleccionaron 533 unidades para reabrir, que incluyen establecimientos por cuenta propia. Se trata de las empresas estatales Palmares, Egrem, Artex, Cimex, la Oficina del Historiador de La Habana y los centros recreativos. Son 315 restaurantes, 37 de la red de restaurantes de la provincia, 95 cafeterías, 14 pizzerías y la heladería Coppelia.
Para ir al Coppelia en La Habana las personas deben llamar a teléfonos habilitados para reservar, con un día de antelación. También reabrieron los servicios notariales del Registro Civil y el Registro de la Propiedad hasta las 7:00 p.m por citas.
En la provincia Matanzas se permite el acceso a las playas, incluida Varadero, y se realizará una apertura de comercios y restaurantes, pero no se autorizaron fiestas ni bailables.
El director nacional de Epidemiología, doctor Francisco Durán, aseguró la semana anterior que para tomar estas nuevas medidas de reapertura se analizó el comportamiento de las provincias del país en el mes de septiembre.
Las provincias de Matanzas, La Habana, Cienfuegos, Ciego de Ávila, Santiago de Cuba, Guantánamo y Mayabeque, y el municipio especial la Isla de la Juventud muestran estabilidad, de acuerdo con datos oficiales del Ministerio de Salud Pública (Minsap).
“Esto no quiere decir que no haya transmisión, sino que son territorios que han logrado un control de la transmisión, con las medidas adoptadas y con el avance de la vacunación. Hay que seguir observando la evolución de la incidencia y la letalidad en las provincias restantes y, dentro de ellas, sus municipios”, dijo Durán García.
Esta flexibilización de medidas en el país constituye una antesala a la reapertura gradual de fronteras el próximo 15 de noviembre, para fomentar el turismo internacional.
Desde inicios de septiembre, autoridades del régimen cubano aseguraron que para esa fecha más del 90% de la población estará vacunada.