El artista Luis Manuel Otero Alcántara convoca este 11 de agosto a participar en el proyecto “Carta de Renuncia”, una mezcla de arte y activismo social, que caracteriza su obra.
A pesar de estar encarcelado en la prisión de máxima seguridad de Guanajay, Otero lanzó esta iniciativa que busca sensibilizar a los cubanos sobre “cómo debería responder el presidente Miguel Díaz-Canel”, precisó a ADN Cuba la curadora del proyecto, Claudia Genlui.
“A veces perdemos en Cuba la noción de que los dirigentes son funcionarios públicos y se deben al pueblo. Por lo tanto, los ciudadanos tienen derecho a exigir la renuncia del presidente. Pero sucede que en Cuba no hay conciencia cívica”, agregó Genlui.
El hecho de que se presente esta carta es una manera de exigir, a través del arte, un cambio político y generar conciencia cívica sobre la posibilidad de un cambio político impulsado “desde abajo”.
“El objetivo de este proyecto es poner a disposición de Miguel Díaz Canel un total de 10 cartas para que él elija una y renuncie a la presidencia de Cuba para facilitar/acelerar la transición de poder en la isla, co-creando un espacio de imaginación colectiva”, explica un anuncio publicado este miércoles en el muro de Facebook de Otero.
Según el texto, quien desee participar en la convocatoria abierta debe redactar una carta de renuncia a nombre del presidente Díaz-Canel, siempre sea mayor de edad y cubano.
“Se recibirá máximo una carta por persona y una selección de estas serán difundidas en la página oficial del artista Luis Manuel Otero Alcántara, la página de Facebook del Movimiento de San Isidro, así como en medios de arte y de prensa”.
“Los trabajos deberán tener un máximo de 500 palabras y ser enviados al email proyectocartaderenuncia@gmail.com en formato PDF, entre el día 10 y 22 de agosto del 2021 bajo la descripción Carta de renuncia/nombre o pseudónimo del autor”, concluyó el anuncio.
Otero Alcántara, miembro fundador del Movimiento San Isidro, fue encarcelado el 11 de julio cuando pretendía sumarse a las manifestaciones que comenzaron ese domingo en San Antonio de los Baños, provincia Artemisa y se extendieron a decenas de localidades de Cuba.
El presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez apareció en la televisión nacional ese mismo día para enviar un mensaje que autorizaba a los seguidores del gobierno a utilizar la fuerza contra los manifestantes.
Organizaciones de derechos humanos, políticos cubanoamericanos y miembros de la sociedad civil consideran que ese llamado puede considerarse como una instancia de “incitación al odio” y podría ser evidencia para encauzar legalmente al mandatario.