Autoridades del régimen cubano amenazaron con desalojar a una joven madre por ocupar una pequeña vivienda deshabitada, en el municipio Marianao en La Habana.
Yinet Rosabal Rebozo tiene 22 años y dos hijos, uno de dos años y otro de meses de nacido. En febrero de 2021 ocupó una vivienda contigua a la casa de su madre, donde hasta ese momento vivían, en una sola habitación, siete personas, incluyéndola a ella y a uno de sus pequeños.
El domicilio que ocupó Rosabal Rebozo, con cinco meses de embarazo, es un usufructo de 18 metros, con un cuarto y un baño. Pertenecía a un anciano que la familia de Rosabel Rebozo cuidada y cuya voluntad antes de morir fue dejarle ese espacio a la madre de la joven.
Rosabal Rebozo contó a ADN Cuba que “Yo pedí por la ley la casa al gobierno y a la vivienda y nadie me respondía. Entonces metieron ahí a una señora mayor que también falleció. El Estado le entregó la casa a un señor en sillas de ruedas, que solo vino dejó cosas ahí y se marchó.
Luego una mujer con trastornos mentales rompió la entrada y los vecinos comenzaron a llamar a mi mama porque era quien velaba por la seguridad del apartamento.
Aproveché que estaba abierto y entré, estaba solo. La gente de la vivienda comenzó a amenazarme con sacarme”.
Las imágenes que tomó Rosabal Rebozo de su llegada al inmueble evidencian el descuido en el que se encontraba la propiedad. En esas condiciones decidió ocuparlo pues no tenía otras opciones.
“Entré estando embarazada, me colé con mi niño de dos años y la barriga de 5 meses. Tuve que meterme ahí porque no tengo donde estar, no hay espacio en casa de mi mama para una cuna. Mi niño mayor es asmático”.
Las amenazas de quienes regentan las instituciones relacionadas se hicieron más frecuentes y la joven desarrolló una crisis nerviosa que le impidió hasta lactar.
“Me amenazaron con sacarme y traerme a la policía. Me cansé y hablé con Otaola y le expliqué su situación, se estuvieron tranquilos hasta ahora que reanudaron las amenazas, no les importa que mis hijos estén ahí”, dijo.
El pasado 16 de julio la Dirección Municipal de la Vivienda en Marianao le notificó a Rosabal Rebozo que tenía 10 días hábiles para abandonar el inmueble.
“Los declarados ilegales deberán abandonar de inmediato el inmueble y regresa a su lugar de origen sitio en (…) de lo contrario serán extraídos con el auxilio de la Policía Nacional Revolucionaria sin que exista obligación de reubicarlos”, explica el documento oficial.
“Me van a dejar en la calle. Ya no sé qué voy a hacer, aunque sea sentarme en la Plaza de la Revolución. Por mis hijos soy capaz de cualquier cosa, no duermo, no hay seguridad en la puerta pensando que van a entrar”, relató la joven en una exclusiva para ADN Cuba.
Madres desalojadas por orden del régimen
En abril último desalojaron a tres madres cubanas con sus cuatro niños pequeños de un local que ocuparon en La Habana Vieja, pues sus viviendas estaban en peligro de derrumbe.
Las madres Maira Yara Peña, Yansan Pérez Bejerana y Nidia Camejo ocuparon el 1 de abril un local estatal vacío y desaprovechado para salvar sus vidas y la de sus hijos, confirmó el científico y activista, Oscar Casanella.
Por su parte, el gobierno del Municipio Habana Vieja le dijo a las familias ocupantes del local que las mismas iban a ser trasladadas para las oficinas municipales del gobierno de Habana Vieja, localizado en calle Muralla entre Oficio y Avenida del Puerto, con el objetivo de darle respuesta a sus necesidades de vivienda.
Sin embargo, la realidad fue otra. Las mujeres con cuatro niños pequeños fueron sacadas del local y llevadas por la policía a la estación de las calles Cuba y Chacón.
El régimen cubano sostiene, que incluso en medio de la pandemia, una de sus prioridades es mejorar el fondo habitacional del país y la protección de niños y mujeres, sin embargo, unas 28 mil 679 madres cubanas con tres hijos o más necesitan ayuda en materia constructiva y la dictadura no ha logrado resolver esa problemática.