Debido a la terrible crisis económica que sufre el castrismo desde hace casi tres años, el Ministerio de Comercio Interior nuevamente decidió modificar la venta de una serie de productos de la canasta familiar normada que comercializa a través de la libreta de racionamiento.
Al respecto, la dirección de Comercio Interior determinó vender solo siete huevos a cada residente de La Habana y cuatro en el resto del país, aunque la información fue dada resaltando que estaban distribuyendo uno más respecto a marzo, como si ello hiciera alguna diferencia. De inmediato los cubanos comenzaron a manifestar su inconformidad, principalmente en internet.
Un ejemplo de esto es el comentario que en el sitio web del oficialista periódico Granma dejó un internauta que se identifica como "Hablo Verdad, No Mentira", quien dijo entender la crisis económica por la que atraviesa el país, pero pidió que se "se vendan huevos por la libre, como lo hacen en los Ten-Cent y en el mercado de 4 caminos, en la Habana Vieja, o en las tiendas MLC".
Agregó algo que se pregunta la mayoría de los cubanos: "no sé de qué manera muchos trataremos de subsistir con solo 8 huevos al mes".
Antes de la crisis y de la escasez de alimentos para muchos ya era difícil sobrevivir con los tres o cuatro productos de la libreta de racionamiento, de ahí que no pocos apoyaran la idea de que a través de ella se vendieran perros calientes, picadillo y hasta un poco más de pollo, con el objetivo de hacer frente déficit alimentario. Pero una y otra vez estos reclamos han sido desestimados por el régimen, el cual está más interesado en mantener surtidas las tiendas en dólares que en cubrir las necesidades del pueblo.
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Hay que apuntar que durante el 2020 en La Habana el régimen estuvo distribuyendo cinco huevos normados y cinco "controlados", a diferencia del resto del país, donde solo vendían cinco normados y tres controlados. Pero el pasado mes de marzo esa distribución se vio afectada en La Habana, territorio en el cual los controlados disminuyeron a tres.
Por otro lado cabe destacar que este mes el régimen sustituyó por pollo el picadillo de soya que vende a través de la libreta, bajo la justificación de no contar con la materia prima necesaria. Mientras, las producciones destinadas al turismo o al mercado en moneda libremente convertible (MLC) no han sufrido afectaciones.