El prisionero político cubano, Pablo Moya Delá, de 65 años, dio positivo a la Covid-19, según advirtió su hijo Daineris Moya García este lunes 29 de marzo a través de una publicación en su perfil de Facebook.
“(…) es uno de los varios presos que en estos momentos se encuentran atravesando una dura y difícil situación, ya que han dado positivo en la actual pandemia que azota al mundo a la Covi-19”, refirió Moya García.
El activista, integrante de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), se encuentra confinado en la prisión de Boniato en la provincia de Santiago de Cuba.
De acuerdo a la información proporcionada por el hijo del opositor, “Moya está próximo a cumplir la sanción impuesta dentro del penal” y recordó que este año estuvo privado durante dos meses del uso del teléfono, “luego de que denunciara falta de atención médica, teniendo en cuenta que padece de varias patologías: hipertensión, arritmia cardiaca, entre otras”.
“¿Cómo entró la Covid-19 a las prisiones en Cuba? ¿Te has preguntado? Humberto López todavía no lo ha explicado en la televisión cubana. Pues, les adelanto que los guardias son los responsables, puesto que los presos no tienen como contactar con familiares ni amigos. Las prisiones se encuentran aisladas desde hace mucho tiempo. Tanto así, que ni un solo miembro de la familia ha podido verle, ni siquiera yo que soy su hijo. Todos sus familiares estamos muy preocupados”, señaló Moya García.
“La vida de mi padre corre peligro. Recordemos que está privado de libertad hace aproximadamente 6 meses tras la fabricación de un delito común por el régimen comunista”, concluyó el joven su publicación.
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Tras reclamar pacíficamente en septiembre de 2020 en La Habana por el cese de la represión policial contra activistas y desabastecimiento de alimentos en las tiendas estatales, Moya Delá, fue detenido por agentes del régimen.
Días después fue trasladado hacia Santiago de Cuba, su provincia natal, y posteriormente condenado por un supuesto delito de evasión de impuestos.
La organización defensora de los derechos humanos, Prisoners Defenders, lo incluyó en noviembre del pasado año en el listado de encarcelados por razones políticas Cuba.
Durante su estancia en la cárcel, Moya Delá ha denunciado en varias ocasiones que no ha recibido la atención médica que requiere, a pesar tener la tensión alta.
Según también informó a inicios de enero de este año, su hijo Dayneri Moya García, a su padre se le desestabilizó la tensión arterial en la prisión y en lugar de llevarlo al hospital lo internaron en una celda de aislamiento.