Las autoridades sanitarias de Cuba reportaron el diagnóstico este sábado de 858 nuevos casos de COVID-19 y el fallecimiento de otras cuatro personas como consecuencia de la enfermedad pandémica que, hasta el momento, ha provocado la muerte de 348 en la isla.
El total acumulado de casos desde el inicio de la pandemia en Cuba, en marzo de 2020, asciende a 55 693. Los fallecidos registrados en la jornada fueron tres mujeres y un hombre, con edades entre los 49 y los 98 años.
De acuerdo con lo informado por el director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (Minsap), Francisco Durán, en su habitual conferencia matutina, los fallecidos presentaban indistintamente antecedentes patológicos que elevan las probabilidades de desarrollar cuadros de gravedad ante el contagio como hipertensión arterial, cardiopatía isquémica, diabetes, entre otros.
Si bien las cifras de positivos diarios siguen siendo elevadas para los objetivos de control del Minsap, la víspera fue la trigésima jornada consecutiva en que Cuba no rebasa el millar de nuevos casos en un lapso de 24 horas.
De los nuevos positivos, 820 fueron contactos de casos confirmados, 12 tuvieron su fuente de infección en el extranjero y en 26 no se había podido precisar la fuente de infección hasta el momento del cierre de la información oficial.
Ésta precisa además que, de 4 510 casos confirmados y activos, 69 pacientes permanecen en cuidados intensivos, de los cuales 28 son reportados en estado crítico y 41 como graves.
Asimismo, 113 de los nuevos pacientes están en edades pediátricas, menos de 18 años, y siete de estos últimos aún no cumplen su primer año de vida. De acuerdo con las cifras dadas por Durán, los menores que son casos activos de COVID-19 suman 774.
La mayoría de los nuevos casos correspondieron a las provincias La Habana (415), Mayabeque (85), Santiago de Cuba (66) y Pinar del Río (59). La capital ha sido el territorio de mayor complejidad epidemiológica por sus características sociodemográficas, mientras que el resto de los territorios han experimentado altibajos durante el tercer rebrote.
Es el caso de la más occidental de las provincias cubanas, que asiste en los últimos días a un repunte de la tasa de incidencia de la enfermedad en su territorio y decretó el cierre total de su ciudad cabecera por al menos 15 días.
El doctor Durán detalló en su conferencia que 23 347 personas están ingresadas. Además de las que son casos confirmados y activos, 4 121 son sospechosas de un eventual contagio.
Tercer rebrote de COVID en Cuba
El tercer rebrote de COVID-19 en Cuba obligó a retroceder de fase epidemiológica a varias provincias y municipios. El régimen responsabilizó a los ciudadanos que han viajado y regresado del exterior del incremento de casos que experimenta el país desde mediados de noviembre, cuando decidió reabrir sus aeropuertos internacionales.
Si bien no emprendió un nuevo cierre de fronteras, decretó la reducción del número de vuelos diarios y amenazó a los cubanos residentes en el exterior con cuantiosas multas y sanciones en caso de que incumplan con las medidas sanitarias durante su estancia en la isla.
Asimismo, el 30 de enero decidió volver a la práctica de aislar durante días a todos los viajeros que arriben al país desde el exterior.
El oficialismo también situó la responsabilidad del incremento de casos en la ciudadanía, aunque para la opinión pública son las colas y las aglomeraciones para tratar de comprar algo en un país signado por la escasez las potenciales causas de que no mengüen los contagios al ritmo deseado.