Cuba avanza en la construcción de un sistema “socialista, democrático y próspero”, aseguró este 23 de febrero el canciller cubano Bruno Rodríguez, en una intervención ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
“Mientras algunos intentan tergiversar nuestra realidad y subvertir el orden constitucional, Cuba continúa perfeccionando su modelo de desarrollo económico y social, y fortaleciendo el marco jurídico-institucional para la protección y promoción de todos los derechos humanos para todos”, declaró Rodríguez en su discurso.
Mientras Rodríguez hacía una defensa de su gobierno, cubanos reunidos y alentados por el régimen cubano protagonizaron un acto de repudio contra opositores, incluidos niños, durante el cual los ofendieron de palabra y violaron la casa donde vivían.
Ayer, la ONG Human Right Watch denunció el acoso y violencia desatada contra los activistas Osmel Adrían Rubio y Anyell Valdés luego de que colocaran un cartel con los lemas “Patria y Vida” y “Abajo la dictadura”.
Los opositores se habían acuartelado en la vivienda tras colocar los carteles que llamaron la atención de la policía política. El régimen impidió que el comunicador Sadiel González grabara completamente el acto de repudio; solo quedaron registradas las imágenes iniciales en vivo.
Por otra parte, más de 100 cubanos están presos por asuntos políticos en la isla y la Seguridad del Estado, la policía política del régimen, vigila, acosa y chantajea a los opositores, sin que estos puedan reclamar por esas violaciones en los tribunales, controlados por la cúpula castrista.
Cuba se ubica en el número 171 en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2020 que publica la organización no gubernamental Reporteros Sin Fronteras.
En ese sentido, Cuba se ubica casi al final de las 180 naciones implicadas en la clasificación. Durante el último año el régimen de la isla ha recrudecido la represión contra la prensa independiente y entraron en vigor normas jurídicas que atentan contra el ejercicio del periodismo y la libertad de expresión en general.
Organizaciones internacionales y miembros de la sociedad civil independiente denuncian constantemente distintas formas de hostigamiento: encarcelamiento preventivo, violaciones a la Constitución y las leyes, escuchas telefónicas, entre otras acciones que van contra la Declaración Universal de los Derechos Humanos.