Un agente de policía invadió este 3 de febrero la casa del joven opositor Osmel Adrián Rubio para entregarle una citación policial que no cumple con los requerimientos legales.
En una directa que compartió en redes sociales, Rubio mostró el momento en que el oficial de la policía política, vestido de civil, abandonaba su casa luego de dejar el documento.
El texto no tenía un cuño de las autoridades judiciales, como manda la ley, por lo que el joven dijo que no lo tomaría en cuenta. Las autoridades pedían que se presentara el día 9 de enero en la unidad policial del municipio Cotorro.
A pesar de que Rubio tiene menos de 20 años, las fuerzas de seguridad del régimen lo acosan como si se tratara de un delincuente común o un peligroso opositor violento, con citaciones, difamaciones e, incluso, agresiones físicas.
El joven es objetor de conciencia y decidió no presentarse al Servicio Militar Obligatorio. Además, estuvo presente en la huelga del Movimiento San Isidro a finales de noviembre de 2020.
A mediados de diciembre, Rubio denunció: “estoy siendo atacado en esos mismos instantes, después me llaman terrorista, mis mismos vecinos atacándome tirando piedras para mi casa”. A la mañana siguiente, comprobó que lo que lanzaron contra la vivienda donde vive con su madre y su hermana, fueron numerosas botellas de cerveza.
Según refirió el opositor, los objetos fueron lanzados desde la “casa de Lorenzo Caballero”, un individuo al que identifica como nieto de la presidenta del Comité de Defensa de la Revolución (CDR), quien lo ha amenazado diciendo que lo va “a destripar”.
La “atención” constante de la policía política con Osmel Adrián comenzó luego de que participara en la manifestación del Movimiento San Isidro, que generó una gran movilización de la comunidad cubana en el exterior y apoyos internacionales.
El oficial “Ernesto” —quien llegó hoy hasta su casa—, al parecer, es el encargado de dar seguimiento a Rubio y su familia desde que el joven decidiera negarse a pasar el servicio militar y comenzara sus actividades de resistencia.
En diciembre de 2020, la Internacional de Resistencia a la Guerra condenó la represión contra el joven y exigió al gobierno cubano que reconociera su derecho a no portar armas en un comunicado.