La activista cubana Diasniurka Salcedo Verdecia estuvo detenida varias horas por la policía política cubana ayer 14 de enero. Durante el secuestro estuvo sin medicación para su diabetes.
Salcedo Verdecia fue liberada en la noche sangrando por la nariz por la falta de su tratamiento. La Seguridad del Estado (SE) cubano no cesa su represión contra ella por sus acciones desafiando a la dictadura.
“Con el azúcar y la presión por el cielo, nariz sangrando y marcas en las manos por las esposas. Así han dejado a Diasniurka Salcedo Verdecia”, escribió Gretell Salermo en horas de la noche de ayer.
La disidente fue detenida este jueves en la tarde mientras realizaba una entrevista en su hogar. Los agentes de la SE la arrestaron sin dar explicaciones.
“Curiosamente mi última conversación con Diasniurka Salcedo Verdecia fue que estaba preocupada sobre cómo le haría llegar permetrina hoy a dos niños de Marianao.9 horas después, ella ya va para tres horas sin haber recibido su insulina”.
Salermo realizó varias publicaciones indicando el secuestro y exigiendo la libertad de Salcedo Verdecia. En una de ellas ofreció varios números telefónicos que un agente de la policía le dio de forma anónima. Salermo pidió a los usuarios de la red social llamar para saber del paradero de Diasniurka.
La periodista independiente Iliana Hernández denunció también en Facebook que Diasniurka no había recibido su tratamiento para su patología. “Es diabética, a las 7:00 pm le tocaba su vacuna, su vida peligra” aclaró la reportera.
Varios opositores se pronunciaron por la liberación de Salcedo tras el secuestro. Entre ellos el joven objetor de conciencia Adrián Rubio, quien pidió llamar a los números ofrecidos en el post de Gretell Salermo para exigir la libertad de la cubana. Rubio es víctima de la represión del régimen; él fue uno de los acuartelados en la sede del Movimiento San Isidro.
Diasniurka Salcedo exige sus derechos
En diciembre pasado Salcedo fue asediada por la SE para evitar que se manifestara el Día Internacional de los Derechos Humanos.
La activista, quien ha sido detenida y reprimida en más de una ocasión, protestó pacíficamente y con pancartas desde su propio hogar.
“No me dejaron salir, yo prometí manifestarme en mi casa, bata ya, vivan los Derechos Humanos”, sentenció en Facebook.
La opositora colgó carteles en la cerca perimetral de su domicilio para indicar que Cuba necesita un cambio y que los Derechos Humanos no son respetados por el régimen.
