Aunque la dictadura insiste que es “socialista”, que bajo su dominio “nadie quedará desamparado”, y que no aplica con su Tarea ordenamiento un “paquetazo neoliberal”, lo cierto es que las nuevas medidas económicas son duros golpes a los bolsillos y el poco bienestar de los sectores más vulnerables de la sociedad.
Uno de los más demoledores es la abrupta subida del precio a los almuerzos y comidas en los comedores sociales conocidos como SAF (Sistema de Atención a la Familia). Si bien lo vendido allí a 2 pesos ni eran alimentos de mucha calidad ni la mayoría de las veces estaban bien elaborados, constituía una tabla de náufrago para miles de ancianos en la isla.
Pero desde este mes, por resolución del régimen, el precio subió como norma hasta unos 26 pesos cada comida estándar en esos sitios, y en otros comedores para obreros.
Ante esto, vientos de cubanos se han sumado en las redes sociales a una campaña para que rebajen ese monto. María Cristina Garrido Rodríguez, por ejemplo, lleva un registro minucioso de lo que están vendiendo cada día en el municipio Quivicán, de la provincia Mayabeque.
Publicó en su perfil de Facebook que el 4 de enero lo que vendieron fue “arroz, frijoles y boniato de 1.60. A 13.00 pesos para los retirados. Sin proteínas”.
“¡¡¡Bajen los precios del almuerzo de los retirados!!! ¡¡¡No lo vale!!!”, exigió la activista.
Sus denuncias las acompaña de fotos de los almuerzos, que dan cuenta de lo magro y falto de calidad de lo vendido por el Estado. El 6 de enero, publicó que lo que se ofreció fue “arroz y calabaza con una tajadita de tomate. 13 pesos”.
“Quivicán [está] sin suministros. Bajen los precios del almuerzo en todos los comedores”, pidió.
En Twitter, Norges Rodríguez denunció que “las personas más vulnerables de Cuba han dejado de ir a unos comedores, creados para intentar paliar el hambre, porque el régimen subió el precio de 2 a 26 pesos (por almuerzo y comida)”.
Rodríguez, cofundador del medio independiente YucaByte, compartió un fragmento de un comentario en la televisión estatal, en la que el reportero oficialista Abdiel Bermúdez confirma la subida, y reconoce que en un municipio de la provincia Las Tunas, muchos ancianos han dejado de ir a los SAF.
“Pero dice este vocero que todo está bien, que tienen 'canasta' y están 'subsidiados'”, criticó Norges Rodríguez al periodista del medio de propaganda.
La brutal realidad de personas pobres sin poder acceder ni a los comedores sociales, es referida eufemísticamente por el comentarista de la televisión oficial como que “han optado por cambiar su esquema alimentario”.
Esta semana, la ministra de Comercio Interior, “también intentó minimizar el tema, asegura que esas personas reciben la 'canasta' (como si eso alcanzara)”, expresó Norges Rodríguez, quien compartió un video de la titular Betsy Díaz Velázquez en el programa televisivo Mesa Redonda.
Allí, la funcionaria castrista echó mano a una justificación increíble y no desprovista de cinismo: según Díaz Velázquez, a los SAF no acudían los ancianos porque fuesen pobres, viviesen solos y con limitaciones físicas o no tuviesen posibilidades de preparar comidas en casa, sino porque tales comedores son más bien un “lugar social”, donde se puede “compartir”.
“¿Son comedores para personas vulnerables o tabernas?”, remató Norges Rodríguez en Twitter.
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En Facebook, el cineasta cubano Ricardo Figueredo también pidió manifestarse a favor de que bajen los precios en los SAF.
“Esto es serio”, expresó Figueredo al compartir un cartel en el que se denuncia la situación y se señala que los ancianos afectados “no tienen Facebook. Exige por ellos”. Su publicación, hasta el momento de redactar esta nota, había sido compartida por casi 400 usuarios.