El Ministerio de Salud Pública (MINSAP) reportó este jueves 176 nuevos casos. Al cierre del 30 de diciembre, estaban ingresados para vigilancia clínica epidemiológica 3193 pacientes, 631 sospechosos, 982 en vigilancia y 1580 confirmados, según el parte oficial.
De los 176 nuevos casos, 91 fueron contactos de casos confirmados y 80 con fuente de infección en el extranjero.
La semana pasada Raúl Guinovart Díaz, decano de la Facultad de Matemática y Computación de la Universidad de La Habana en una reunión de gobierno sobre el COVID-19 afirmó que, de seguir en las condiciones actuales, Cuba pudiera enfrentar un pico de 2000 casos a mediados de febrero.
El experto alertó que en casi todas las provincias está ocurriendo "un crecimiento bastante acelerado del número de casos confirmados, y hay un crecimiento más rápido del número de casos confirmados que de las personas que se recuperan".
La curva de la pandemia indica que los casos activos siguen creciendo y que están dadas las condiciones para que se produzca ese crecimiento, dijo.
En una conferencia de prensa extraordinaria la víspera, el jefe de Epidemiología del Minsap, Francisco Durán, pidió a los cubanos que se mantuvieran en sus casas durante las fiestas decembrinas y recordó que la mayor parte de los casos llegan del extranjero.
En tal sentido, Cuba reducirá el arribo de vuelos procedentes de Estados Unidos, México, Panamá, Haití, República Dominicana y Bahamas a partir del 1 de enero, debido al aumento de casos de coronavirus procedentes de esos países.
Según explica el portal Cubadebate, el 71,5 % del total de los casos detectados en las últimas semanas proviene del extranjero, especialmente de los destinos antes mencionados.
“Tan pronto la situación epidemiológica lo permita, se restablecerá gradualmente la frecuencia de vuelos”, agregó el sitio.
“A su vez, y como ya se ha informado, se ha decidido establecer como requisito obligatorio para la entrada a nuestro país de todos los viajeros internacionales, la realización de una prueba PCR con resultado negativo a COVID-19, con 72 horas de antelación de iniciado el viaje. Esta medida entrará en vigor a partir del 10 de enero de 2021”, puntualizó.
Cuba permitió el arribo de vuelos internacionales en octubre para reactivar el turismo, su principal vía de ingresos, afectado por las restricciones asociadas a la COVID-19.
Los viajeros que arriban a la isla son sometidos a una prueba rápida de COVID-19 en el aeropuerto de entrada y deben guardar cuarentena en sus hogares u hoteles durante cinco días, pero el procedimiento no está arrojando los resultados esperados.
Rápidamente comenzaron a reportarse casos de coronavirus de viajeros procedentes de Alemania, Polonia, Rusia, entre otros países, que el régimen trataba de ocultar presentándolos como extranjeros residentes en la isla.
Uno de estos casos fue el asociado a turistas rusos que llegaron al polo vacacional ubicado en el archipiélago Jardines del Rey en la provincia Ciego de Ávila. En los partes aparecían como residentes en el municipio Morón, donde radica un laboratorio para analizar las pruebas PCR de los vacacionistas extranjeros.
Desde noviembre, los reportes del Ministerio de Salud Pública muestran cifras que sobrepasan los 100 casos diarios de coronavirus —un número alto para la isla— y una dispersión evidente de la pandemia en todo el país, cuando hasta septiembre el foco se reducía a La Habana.
Redactado con información de Radio Televisión Martí y ADN Cuba.