El régimen cubano recurrió al ultraje, a través de sus órganos de difusión, contra periodistas independientes. Un reportaje divulgado por el Noticiero Nacional de Televisión descontextualizó declaraciones de comunicadores y los acusó de mercenarios al servicio de Estados Unidos.
“El periodismo independiente es defendible por sí mismo”, afirmó a Radio Televisión Martí, la reportera de Cubanet, Camila Acosta. “La prensa independiente se impone porque informa, denuncia, dedica su trabajo a mostrar las condiciones de los cubanos”.
Los medios estatales están desarrollando toda una operación de odio, de descrédito, expresó Acosta.
Abraham Jiménez Enoa, colaborador del diario estadounidense The Washington Post, dijo en su cuenta de Twitter: “La televisión cubana ha tomado imágenes mías de un interrogatorio (forzoso, agresivo e inconstitucional) y las ha sacado de contexto en un obsceno reportajillo sobre la prensa independiente en Cuba. Eso no me mueve el piso", aseguró.
“Vuélvanme a sacar en la tv para ver si me siguen ayudando a mostrarle a mi familia de lo que la ‘revolución’ es capaz”, apuntó Jiménez Enoa en otro comentario.
En ese sentido, Acosta indicó que “se han enfocado tanto en mancillar la credibilidad de esos periodistas independientes que pierden todo argumento al dejar a un lado la tolerancia, el debate y el derecho a réplica”.
“Cobro por hacer periodismo y eso no es delito. El periodismo es una profesión como cualquier otra. Y si además lo hacemos con libertad de expresión, la satisfacción es doble. ¿Quién paga a Humberto López y a los medios oficiales cubanos? ¿Quién paga a los oficiales de la Seguridad del Estado cubana que reprimen a los periodistas independientes? Si el periodismo independiente en Cuba es un ‘delito’ es porque existen leyes injustas que lo criminalizan”, puntualizó Acosta en las redes sociales.
Fragmentos de las respuestas que diera el fundador de Tremenda Nota, Maykel González Vivero, en un interrogatorio de la policía política fueron publicados en el material televisado.
Al respecto, González Vivero escribió en Twitter: “Las campañas de descrédito, la falta de un carácter legal y de libertad de prensa y de expresión sobre medios y periodistas independientes, son un flagelo dentro de la sociedad civil cubana”.
Otra de las víctimas de la ofensiva gubernamental, Yoani Sánchez, directora de 14ymedio, retó al oficialismo en Facebook: “He vivido más de una década de campañas de fusilamiento de la reputación, en momentos incluso de mucha fragilidad en mi vida como cuando mi hijo era menor de edad y hasta el propio Fidel Castro me insultaba... así que vamos a ver quién se cansa primero”.
La corresponsal de 14ymedio, Luz Escobar, señaló a nuestra redacción que la protesta del Movimiento San Isidro y la congregación de centenares de personas frente al Ministerio de Cultura el 27 de noviembre, mostró el descontento popular, que se manifiesta “no sólo en las redes sino también en las calles”.
“Es una cosa que a [la cúpula de poder] le preocupa muchísimo. Entonces la respuesta ha sido la de desacreditar. Lo que pasa es que ya ese mecanismo no les funciona como antes. En un mundo virtual, donde todas las opiniones de estos periodistas, de estos activistas, de estos artistas están siendo vertidas en las redes, constantemente, de manera transparente, en artículos, en videos, en directas. Todas esas personas tienen voz propia y tienen un canal para expresarse”.
“Ellos tendrán el monopolio de los medios de difusión, pero los que estamos del otro lado tenemos nuestras herramientas. Ese discurso totalmente monopolizado por el Gobierno ya no tiene el mismo efecto que tenía hace 10 años atrás, menos con estos millennials”, advirtió Escobar.
Por su parte, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos alertó a la opinión pública internacional que las autoridades podrían estar preparando una nueva ola represiva, similar a la Primavera Negra de 2003 en que 75 opositores e informadores independientes fueron condenados a hasta 27 años de prisión.
“Vemos como en las últimas semanas se han intensificado los ataques de los medios públicos de comunicación, todos controlados y dirigidos por el Partido Comunista. Se ha intentado criminalizar el ejercicio de derechos como la libertad de expresión, la libertad de prensa, la libertad de asociación”, subrayó Yaxis Cires, asesor principal de la organización, que tiene su sede en Madrid.
“Esta es una situación grave. Esperamos que haya un seguimiento y una condena de la comunidad internacional e invitamos al gobierno cubano a que haga una reflexión, porque en estos momentos tan difíciles para la Isla es injusto y poco ético que se gaste dinero en la persecución, en limitar los derechos y atacar a otros cubanos, cuando en realidad estos recursos deberían estar dedicados a satisfacer las necesidades del pueblo”, concluyó Cires.