Los 21 cubanos que naufragaron recientemente en las costas Capurganá en Colombia se lanzaron a cruzar la selva del Darién a solo horas de ser rescatados. La decisión estuvo marcada por el temor a ser deportados a la Isla.
En la madrugada del 23 de diciembre, según informaron vecinos de esa comunidad pesquera a Diario de Cuba, el grupo partió hacia la frontera de Panamá siguiendo las indicaciones de los habitantes de la zona.
Miles de migrantes cubanos y otros latinoamericanos han transitado la “Ruta de la Muerte” en su camino hacia Estados Unidos. Varios han muerto en la travesía y sus cuerpos yacen en la selva.
“En Capurganá no existe presencia de entidades como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) o la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR). En comunidades como esta, los emigrantes solo cuentan con la solidaridad de las autoridades y los habitantes, en situación muy precaria actualmente por el impacto de la pandemia de Covid-19”, aseguró DDC.
El grupo compuesto por 11 hombres, nueve mujeres y una menor de edad fueron rescatados del naufragio el pasado 22 de diciembre. Uno de los náufragos cubanos informó al medio independiente que la salida de la embarcación ocurrió el 21 de diciembre a las 10 de la noche de una playa de Necoclí en Colombia. Los traficantes cobraron 300 dólares por cada persona y pretendían dejarlos en la línea fronteriza entre Colombia y Panamá.
Por otro lado, dos cadáveres de supuestos emigrantes aparecieron en Puerto Obaldía según informaciones de las autoridades panameñas. Se presume que también iban en la misma embarcación de los cubanos. Unos tres colombianos acompañaban a los isleños; pero al parecer huyeron.
En la madrugada del martes 22 de diciembre naufragó la pequeña embarcación en la bahía del Corregimiento de Capurgana del municipio colombiano de Acandí.
Durante el naufragio se escuchaban voces de auxilio y las autoridades acudieron al rescate de la embarcación volteada.
La salida del grupo ocurrió cuando el huracán Eta se acercaba a las costas de Miami, en la Florida.
Los cubanos partieron con abundantes provisiones para la travesía. Un vecino de la zona contó que “En ese tipo de barco solo les tomaría máximo dos días cruzar, pero ellos no tuvieron en cuenta el clima. Acá en Cárdenas nadie se atreve a hablar del tema por temor a represalias".
En agosto unos ocho balseros cubanos, entre ellos dos niños, se perdieron en alta mar. El 24 de ese mes la Guardia Costera de Estados Unidos anunció que, después de agotar todas las vías, se ha suspendido la búsqueda.
El 12 de enero de 2017, el presidente Barack Obama anunció el cese inmediato de la política de “pies secos, pies mojados”, indicando que los inmigrantes cubanos serían tratados al igual que los de otras nacionalidades.
Antes de esta fecha los cubanos que pusieran un pie en suelo estadounidense podían permanecer en el país y solicitar la residencia permanente después de un año. Si los migrantes eran capturados en el mar eran llevados de regreso a Cuba.
De esta manera se desaceleró la llegada de los cubanos por mar a Estados Unidos, aunque muchos aún lo intentan. En el año fiscal 2019, la Guardia Costera contabilizó unos 454 balseros cubanos que intentaron llegar ilegalmente por mar a territorio estadounidense.
