El cubano que se identifica en redes sociales como Alec Méndez, es uno de los miles que han despertado respecto a la realidad de Cuba en dictadura, a pesar del adoctrinamiento castrista.
Méndez fue uno de esos niños que gritaron vivas a los Castro en las tribunas abiertas, usados como propagandistas de una ideología divisiva de las familias y represiva de los derechos humanos.
“Fui un niño que creció gritando consignas (…) un niño adaptado a una sola idea, una sola realidad, a consignas que llevaban al mismo lugar, nunca pude debatir con un amiguito de la escuela que tuviese una idea diferente para luego llegar a casa y preguntar ¿por qué?”, reconoció.
Méndez, en un emotivo mensaje en Facebook, recuerda que creció “en el barrio alegre, [jugando con] carriolas de madera, guitarras de palo, el mismo barrio que hoy se consume en el pasar de los años, años que traen días cada vez más tristes”.
“Hoy mi generación alza su voz, ya no somos niños adoctrinados, sabemos que tenemos el derecho a la libertad de expresión y a tantas libertades que nos han quitado, a la dignidad plena del hombre”, expresó el cubano.
Méndez reproduce los sueños de muchos en el pueblo, derechos ganados en los países libres del mundo, pero negados en la dictadura caribeña: “Queremos un país con igualdad verdadera, no la que cuentan en la prensa única, democracia justa y equitativa donde cada ciudadano pueda expresar pacíficamente su sentir, sus ideas de solución sin ser acosado o apaleado por las fuerzas ejecutivas del Estado”.
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Denuncia que el “pueblo tiene que comprar artículos de primera necesidad con moneda que no adquiere por su trabajo, dependiendo absolutamente de remesas, en tiendas diseñadas para eso y cuyos fondos van directamente a las fuerzas del gobierno”.
“Hoy deciden los Dólares y Euros y la moneda de mi pueblo pierde soberanía al ser cada vez más devaluada, porque con ella ¿Qué puedes comprar? ¿Dónde? ¿Cuánto vale? ¿Cuánto cobré este mes? ¡¡¡¡Dependo de la moneda del exilio para entrar a esa tienda!!!!”, replica las incertidumbres del cubano por estos días el ex pionero “comunista”.
El joven, que se encuentra en Europa, denuncia que estuvo en un mercado llamado 5 Océanos donde vio una nevera llena de camarones cubanos: “qué lejos vinieron a parar los camarones que mi pueblo no puede adquirir en ningún mercado por moneda nacional, y mucho menos cultivarlos o pescar”.
Él, que antes fue utilizado por el régimen para su maquinaria de marketing político, hoy trabaja como puede por la libertad de la isla.
“Estamos haciendo presión, aunque sabemos que el destino de Cuba se va a decidir en una oficina en La Habana [,] no en calles llenas de fuego, porque el gobierno tiene todos los poderes: Legislativo y ejecutivo, fuerzas armadas tecnología, dinero; todo el poder. Pero presión es presión tanto fuera como dentro”.
Continúa alertando sobre el peligro de una transición a conveniencia de los empoderados de la dictadura: “en el fondo sé que el destino de mi PUEBLO CANSADO lo decidirán los poderosos, brindando con champán y fumando puros o quizás conspirando al puro estilo mafioso, y lo harán cuando muchas salidas no les queden”.
“Yo seguiré mirando mis fotografías de cuando fui un Pionero Comunista y pensando: si mi padre estuviera vivo se sentiría igualmente orgulloso de verme alzar la voz con valentía, hoy en contra de lo que aquel día pensé que era la verdad absoluta. QUE VIVA CUBA LIBRE, no libre en cautiverio, libre en libertad”, concluyó su post en Facebook.