El primer ministro del régimen, Manuel Marrero Cruz, señaló que debido a la caída de ingresos provenientes del exterior, buscan nuevas alternativas para hacer frente a la crisis, la cual es producto de las ineficiencia del sistema y el alto grado de corrupción que impera a todos los niveles, pero el funcionario insistió en el discurso oficialista de responsabilizar al gobierno de los Estados Unidos por la actual situación.
Marrero "aseguró hoy que el país busca nuevas soluciones en los momentos más adversos con el recrudecimiento del cerco de Estados Unidos y la crisis provocada por la Covid-19", se lee en un artículo publicado este 17 de octubre por la agencia estatal Prensa Latina en su página web.
La realidad es que crisis económica por la que atraviesa Cuba desde el 2018 continúa agravándose y, como no tienen más opción, ahora lo reconocen las autoridades.
Durante un encuentro realizado con médicos cubanos que trabajaron haciendo frente a la pandemia en Haití, Dominica y Martinica, el primer ministro hizo referencia al escenario económico de la isla, "afectada para comprar insumos y medicamentos".
Esa situación está dada por la falta recursos financieros para acceder al mercado internacional, resultado a su vez de un círculo vicioso en que salta a la vista la maltrecha economía del régimen
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Señaló asimismo la nota de Prensa Latina las "medidas del gobierno estadounidense adoptadas contra la administración de Miguel Díaz-Canel", que según el alto dirigente cubano son las responsables de la crisis.
Ejemplificó entre ellas "las presiones para frenar al arribo de combustible al país o las represalias contra aquellas entidades que mantengan relaciones económicas con Cuba", pero omitió decir, como siempre, que estas no impiden el comercio con socios estratégicos como Rusia y China.
En otro momento de la reunión reconoció que los ingresos desde exterior han caído drásticamente.
"Nuestros ingresos desde el exterior cayeron de manera totalmente drástica y, en medio de esto, el país no se ha detenido", dijo y agregó que "como respuesta, el Gobierno cubano elaboró una estrategia económica y social para tiempos de crisis que contempla la manera de avanzar en medio del contexto de crisis global".
"Hemos estado transformando la manera de hacer negocios, de avanzar económicamente; primero 28 medidas para eliminar las trabas y dar más autonomía a la empresa estatal socialista".
"Luego probamos 15 medidas más, un perfeccionamiento que todavía no se ha hecho público pero que ya están los toques finales de todo el sistema de entrada", declaró.
Por último hizo referencia al reordenamiento monetario, "punto importante de las medidas dentro de la estrategia", pero que contrario a lo que deseaban los cubanos, en nada los va a favorecer, más bien se espera que agrave la crisis.