La Oficina de Control de Bienes Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó este jueves al Havin Bank, un banco del régimen cubano con sede en Londres, mediante su incorporación a la lista de “Nacionales Especialmente Designados” (SDN).
Dicha lista reúne entidades, compañías e individuos que actúan económicamente en beneficio de regímenes u organizaciones criminales sancionadas por Estados Unidos. Pertenecer a la misma supone para cualquier entidad el bloqueo de sus bienes y la prohibición para ciudadanos y entidades estadounidenses de tratar con ella.
El Havin Bank, actual nombre del Havana International London Bank, es el único banco cubano fundado y establecido fuera de la isla. Entre 2013 y 2018 tuvo como director a un aristócrata británico, al parecer clave para los negocios del régimen castrista en “el viejo continente”.
Está registrado en el Reino Unido, país en el que se fundó, y aunque no se incluye entre los bancos más importantes de Inglaterra, al ocupar el lugar 174 entre todos los existentes en ese país, maneja una significativa cantidad de activos y cuentas asociadas con otras instituciones financieras de importancia. Entre estas últimas destacan el Banco de China e instituciones de Canadá, Suiza, España, Panamá e Islas Vírgenes.
El Havin Bank, además, participa activamente en la Bolsa de Londres, una de las más importantes del ámbito financiero mundial. En 2018, la camuflada entidad bancaria del régimen castrista cotizó al alza con ganancias en torno a un 8.51 por ciento interanual. cubano: el turismo.
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Creado el 3 de octubre de 1972 por funcionarios cubanos vinculados al Ministerio del Interior, el Banco Central de Cuba y en especial a las operaciones de flete de embarcaciones, fue dirigido entre 2013 y 2018 por lord David Maxim Triesman, el barón Triesman de Tottenham, político británico que pertenece a la Cámara de los Lores del Parlamento y al Partido Laborista.
También banquero mercantil y otrora líder sindical, Triesman es copresidente de la Iniciativa Cuba, una organización creada dentro del Consejo del Caribe, el cual busca fomentar una relación económica, comercial y de inversión más estrecha entre Cuba y el Reino Unido.
En la Iniciativa Cuba se integran compañías británicas con interés en desarrollar negocios en la mayor de las Antillas. Su momento de mayor auge fue durante la presidencia de Triesman del banco ahora sancionado por Estados Unidos, la cual también coincidió con el frustrado proceso de normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.
Con su accionar parlamentario, el referido barón contribuyó a que en ese período aumentaran las inversiones británicas en el turismo cubano -en especial en el sector inmobiliario asociado a campos de golf- y en la Zona de Desarrollo de Mariel.
La curiosa entidad bancaria cubana y su mayor soporte dentro de la clase política británica enfrentarán ahora tiempos de incertidumbre a partir de la inclusión de la misma en la lista SDN, a la que fueron adscritas recientemente otras entidades del régimen de La Habana como Fincimex y Gaviota, pertenecientes al sistema empresarial del ejército cubano.
Las prohibiciones y sanciones derivadas de la acción del Departamento del Tesoro suelen suponer pérdidas millonarias, que en este caso, a juzgar por el encargo y las operaciones del Havin Bank, supondrían afectaciones grandes en una de las principales actividades económicas que mantiene a flote al régimen